Zapatero defiende las políticas de estos dos años de Gobierno y augura que el PP "nunca las derogará"

Actualizado: lunes, 24 abril 2006 2:10


MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer, ante más de 20.000 personas en el Palacio de Vistalegre de Madrid las políticas que ha llevado a cabo el Ejecutivo en estos dos años de mandato del PSOE. Entre los logros mencionó los avances en política social o las reformas estatutarias "de nueva generación", al tiempo que aseguró que la derecha "siempre ha tenido a España en lista de espera", pero que, si vuelve a gobernar, ni "derogará los estatutos, ni la ley del matrimonio de homosexuales, ni devolverá la estatua de Franco a su pedestal". Además, sin referirse explícitamente al ataque que sufrió en Navarra la tienda de un concejal de UPN, Zapatero advirtió que la violencia no cabe "en ningún caso ni en ningún sitio", sea cual sea "su alcance y manifestación".

Ante miles de simpatizantes y con el presidente del partido, Manuel Chaves, y el secretario de Organización, José Blanco, como teloneros, el presidente del Ejecutivo realizó un balance y una defensa cerrada de estos dos años de Gobierno socialista. "No vamos a caer en la autocomplacencia ni a dormir en los laureles, pero tampoco nos van a arrebatar la satisfacción por el trabajo hecho", destacó, para añadir que "estamos a la mitad de la octava legislatura de la democracia y se ha cambiado el destino histórico de España. Se ha entrado en la vía de la libertad y el progreso. A ella hemos contribuido mucho, bien lo sabe Felipe González", proclamó, dirigiéndose al ex presidente del Gobierno.

Aunque "algunos hayan dicho que hemos ido deprisa y tomado demasiadas decisiones", Zapatero argumentó que "la derecha siempre ha tenido a España en la lista de espera, por eso cuando gobierna la izquierda hay que apresurar el paso, porque lo que hagamos ahora, hecho estará, quedará y nadie lo va a cambiar". Bajo esta argumentación, expuso que el PP no derogó en su día ni las pensiones contributivas, ni el divorcio y que "ahora pasará lo mismo" y "abrazará" las reformas del PSOE. "Nunca se volverán a atrever a apoyar una guerra ilegal, no derogarán los estatutos, la ley del matrimonio de homosexuales, ni devolverán la estatua de Franco a su pedestal", sentenció.

"No es que vayamos deprisa, es que otros siempre se quedan atrás.

Nos hicieron esperar demasiadas cosas", señaló, al tiempo que no consideró "apresurado" ni "precipitado" retirar las tropas de una guerra ilegal, aumentar el salario mínimo, las pensiones o las becas, liberar suelo para viviendas de protección, elevar la inversión en I+D+I, elaborar una ley contra la violencia de género o convertir "a personas iguales a aquellos con otra orientación sexual". También citó el crecimiento económico de España, al haber empleado a 1,7 millones de personas y se marcó como objetivo para 2007 que la tasa de paro femenina se sitúe en la media europea.

GOBERNAR LA DIVERSIDAD EN PAZ

"Fuerte no es el que más insulta, ni grita, ni amenaza, sino el que tiene convicciones profundas y las defiende con templanza. Fuerte es quien dialoga y escucha, comparte ideas y trabajo por nuestro país. Habéis sido fuertes. Hemos sido fuertes", aseguró en medio de una gran ovación. En este sentido, mostró su orgullo por la diversidad y por tener en el mismo país "17 banderas de 17 comunidades autónomas". Tras asegurar que la diversidad "no da miedo" al que cree en la democracia, Zapatero resaltó que "para gobernar la diversidad lo que hay que hacer es respetar, entender y no provocar el enfrentamiento. Vamos a estar más unidos y no sólo los pueblos, sino los españoles y lo que une a los españoles, que es la igualdad de derechos".

El presidente del Gobierno hizo un reconocimiento a las generaciones que le precedieron y dejaron "un país de paz y en paz, un país donde cabe todo el mundo, todas las ideas, todo es respetable" y, en este punto, hizo una velada alusión al ataque que sufrió una tienda de un concejal de UPN. "Todo es respetable salvo una cosa, la violencia, tenga el alcance que tenga y la manifestación que tenga. Eso en ningún caso, ni en ningún sitio", aseveró. "Vamos a terminar con ella", aseguró, aunque señaló que "hacer la paz exige tanta valentía como prudencia, tanta firmeza como generosidad, tanta unidad como lealtad y también honrar la memoria de las víctimas".

Tras citar la lucha por la paz, la extensión de los derechos sociales y ciudadanos y el buen gobierno, el presidente enumeró las tareas de la segunda parte de la legislatura, para las que espera tener la cooperación leal del PP. "La cuestión es que además, ahora ejercen de profetas del desastre, cuando son un desastre como profetas", ironizó. Así se fijó como retos, fortalecer la democracia, extender los derechos sociales, convocar a "la armonía territorial" y luchar contra la corrupción, punto en el cual pidió la colaboración de todas las administraciones porque "el suelo no puede ser para especular ni para el enriquecimiento ilegal e ilícito".