BARCELONA, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió hoy a los partidos catalanes una actitud de "mirada larga" para afrontar el tramo final de la negociación del Estatut y aseguró, en referencia a ERC, que "cualquiera" que evalúe el contenido del texto "tiene que dar su respaldo obligatorio". "No resignadamente, sino con entusiasmos", añadió, por ser "la mayor expresión de autogobierno que Cataluña tiene al alcance de la mano".
También tuvo palabras para el PP, de quien auguró que acabarán aceptando el texto aunque lo voten en contra y "se demostrará que no estaban preocupados por España, sino por quién gobierna".
Zapatero intervino en el Consell Nacional del PSC --la primera vez en la historia que un secretario general del PSOE lo hace-- para lanzar un mensaje de optimismo y "esperanza" sobre la negociación del Estatut, "una obra por terminar" pero que "va a durar mucho tiempo" y que servirá para avanzar en "un modelo de España donde el poder esté mejor repartido".
Señaló que este tramo del proceso "necesita su tiempo", pero hizo un llamamiento explícito a todos los partidos catalanes, aunque su mensaje se concentraba en ERC, para que tengan "una actitud de mirada larga, de largo recorrido". "No estamos dirimiendo ningún proceso electoral futuro, más o menos cercano en Cataluña, no, estamos haciendo una tarea para el pueblo de Cataluña, para este siglo y para dar más posibilidades a Cataluña", recordó el presidente.
Según Zapatero, "quien se aproxime a lo que representa" este estatuto "tiene que darle respaldo obligatorio". "No resignadamente, sino con entusiasmo", agregó. "A ese compromiso están llamadas todas las fuerzas políticas de Cataluña", subrayó, reconociendo especialmente el papel del PSC como "vértice de la política española".
Zapatero manifestó su "confianza en que todas las fuerzas políticas de Cataluña apoyarán antes o después el Estatut, porque es bueno para Cataluña y para España", pero auguró que incluso el PP, tras votar en contra en las Cortes, "no propondrá su derogación ni su modificación", lo que "demostrará que el PP no estaba preocupado por España, sino por quién gobierna".
El presidente rebatió los argumentos de los 'populares' contrarios al Estatut y sostuvo que "no da a luz un nuevo modelo territorial en España, si no pone luz al modelo territorial vigente que desarrolla la Constitución". Así, explicó que la nueva norma "facilita y permite más autogobierno, aclara y mejora los conceptos de relación entre Gobierno central y Generalitat; limpia muchas de las circunstancias que habían producido desencuentros, discrepancias y diferencias" entre Estado y Cataluña, y es "fiel al espíritu de la Constitución de respetar el espacio constitucional de las Comunidades Autónomas y del Estado".
También se refirió al sistema de financiación para considerar "lógico" que las autonomías tengan mayor participación en impuestos como el IRPF, así como en la gestión, lo que consideró además "positivo" porque será "un estímulo, un acicate para que la recaudación mejore y se combata el fraude". No obstante, en materia financiera dio especial importancia a la solidaridad, "clave" de la financiación, y que expresa "el derecho fundamental de ciudadanía: la igualdad en prestaciones básicas".
EL PP LLEGA TARDE.
Por ello, criticó que el PP "pregunte ahora" a los españoles "si quieren igualdad", cuando eso ya se preguntó "en 1977, cuando llegó la democracia, y en 1978 con la Constitución". "Llegan muy tarde a esa pregunta y a esa respuesta", concluyó. Para Zapatero, la derecha "nunca ha entendido" que los españoles pueden "crecer todos juntos y a la vez" y sostuvo que "los hechos son más fuertes que los eslóganes y los insultos". "Los hechos están de nuestro lado y estarán en la conciencia de la inmensa mayoría de la opinión pública" cuando llegue el momento de expresarse en las urnas, agregó.
De igual modo, denunció que "lo más triste de un proyecto político y social, lo más revelador de la falta de ideas y voluntad de futuro, es utilizar los sentimientos, exacerbarlos y enfrentar territorios".
"Quien enfrenta territorios no tiene ni ideas ni futuro. Es lo que le pasa a la derecha", sentenció Zapatero, quien recordó que "lo fácil es envolverse en la bandera, es igual cuál de ellas, y olvidarse de los ciudadanos, utilizar los sentimientos para enfrentar los territorios".
Por el contrario, dijo, "lo que tiene mérito es fortalecer la convivencia democrática" y puso como ejemplo el retorno de los 'papeles de Salamanca' a la Generalitat o su visita a Ceuta y Melilla. "No eran decisiones fáciles", admitió, pero dio por hecho que, en el caso de los legajos de Salamanca, "los catalanes retendrán en su memoria que la devolución se produce con un presidente de Castilla y León, como acto de la grandeza de la España contemporánea y de la democracia sentida".
Aún así, dio por hecho que se verán "unas contradicciones enormes" en el PP sobre el posicionamiento final del Estatut y preguntó si los 'populares catalanes' van a decir que están en contra de que "en 7 años se recupere el ritmo de inversiones perdido desde 1997" o si "van a decir a los españoles" que "la comunidad que hace más aportación al PIB estatal no merece, no necesita ni es conveniente que tenga inversiones equivalentes a su aportación para darle un empujón a su economía y su capacidad de competir, emprender y ser solidaria". Tampoco se puede "discutir", según Zapatero, que la Generalitat tenga competencias en inmigración tras recibir 180.000 extranjeros en 2005.
UNA CATALUÑA ABIERTA.
En esta línea, Zapatero insistió, al igual que hizo hace unas semanas ante el Comité Federal del PSOE, en que Cataluña debe dejar de "mirar sólo hacia adentro" y "demostrar lo mejor de sí misma al conjunto de España", siendo "ejemplo y referente en la extensión de los derechos de los ciudadanos, en la convivencia y la integración".
"Apostamos por una Cataluña capaz de integrar, como ha hecho históricamente, y capaz de integrarse cada día más, que crezca hacia afuera, se expanda y no mire sólo hacia adentro", señaló Zapatero.
El presidente aprovechó su discurso para recordar los proyectos que tiene su Gobierno en cartera y que convertirán este periodo gubernamental en una "época de avances y conquistas democráticas" con "la paz, la convivencia democrática y la extensión de los derechos cívicos y sociales" como eje. Así, citó la ley de igualdad o la ley de la dependencia, pero hizo especial hincapié en resaltar su confianza en "el fin de la violencia" en el País Vasco.
