MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acudirá este viernes a Lisboa a la 61 Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN sin un calendario propio para la salida de las tropas españolas de Afganistán y reafirmará su compromiso con continuar apoyando a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en el país asiático hasta que sea necesario.
Según han informado fuentes gubernamentales, ésta es la posición que defenderá España en la Cumbre, en la que se espera que se apruebe el inicio del proceso de transición de la responsabilidad a las fuerzas de seguridad afganas, que debería comenzar en la primera mitad de 2011 y concluir a finales de 2014.
Zapatero --que viajará acompañado por las ministras de Asuntos Exteriores y Defensa, Trinidad Jiménez y Carme Chacón-- tomará la palabra en este debate, que tendrá lugar el sábado. También se prevé que lo haga el viernes en la primera sesión, en la que se abordará el nuevo Concepto Estratégico de la Alianza Atlántica y las reformas y que debe acometer, y durante el Consejo OTAN-Rusia, con el que se quiere dar inicio a una "nueva relación" con este país.
Por lo que se refiere a la transferencia de la seguridad en Afganistán, se espera que durante el periodo 2011-2014 se vaya ejecutando teniendo en cuenta indicadores de seguridad y desarrollo, "provincia por provincia", aunque, según indicaron las fuentes, todavía no se ha decidido cómo será el proceso. No obstante, España considera que los primeros militares nacionales que se retiren lo harán de la provincia de Herat. Por el momento, no está claro si habrá un repliegue o un traslado de efectivos a otras zonas.
Las tropas que permanecen en Badghis, donde se concentra el grueso del despliegue español, se irán después, aunque esta provincia se considera "más preparada para efectuar la transición antes que otras". La zona más conflictiva es la situada en la frontera con Pakistán, donde tiene el mando Estados Unidos y no hay militares españoles.
Sin embargo, el Ejecutivo español se resiste a presentar plazos de antemano, tal y como han hecho otros países: Estados Unidos ha anunciado que comenzará a retirarse en junio de 2011 y Francia y Alemania ya hablan también de comenzar el repliegue. Además, Holanda ya se ha marchado y Canadá e Italia han avisado de que podrían hacerlo en 2011.
NO SE AUMENTARÁ EL NÚMERO DE EFECTIVOS
Igualmente, también descarta el Gobierno responder a la petición de la OTAN para enviar más efectivos para formar a las fuerzas de seguridad afganas. En estos momentos, hay desplegados en el país asiático más de 1.500 militares y guardias civiles.
Además del plan de transición, el documento que se apruebe en la Cumbre sobre Afganistán también incluirá una declaración de asociación a largo plazo entre la OTAN y Afganistán.
En esta reunión, además de los Veintiocho estará el presidente afgano, Hamid Karzai, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, representantes de los 19 países que no están en la OTAN pero que contribuyen a la ISAF y el primer ministro de Japón, Naoto Kan.
SIN ENCUENTRO CON OBAMA
La Cumbre de la OTAN propiciará además reuniones bilaterales entre los dirigentes que acuden a Lisboa. Fuentes gubernamentales han afirmado que Zapatero tiene una reunión cerrada con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, cuyo país asumirá la presidencia de turno del Consejo de la UE en el primer semestre de 2011.
Han explicado que están estudiándose hasta dos encuentros más, pero han descartado que el jefe del Ejecutivo español vaya a mantener una entrevista formal con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Además del futuro en Afganistán, los Veintiocho también abordarán el porvenir de las relaciones con Rusia y, de hecho, confían en que la cita portuguesa sirva para "escenificar el impulso que los aliados quieren darle a estas relaciones".
En concreto, el documento sobre la 'Revisión conjunta de desafíos comunes de seguridad en el siglo XXI' que se estudiará en el Consejo OTAN-Rusia identificará como áreas de cooperación Afganistán, la lucha contra el terrorismo, la piratería, la proliferación de armas de destrucción masiva y la respuesta a crisis provocadas por desastres naturales y causados por la acción humana.
DEFENSA ANTIMISILES
Además, otra cuestión sobre la que se discutirá es la Defensa Antimisiles y la propuesta de la OTAN a Rusia para que tome parte del futuro sistema de mando y control aliado. España considera "muy importante" que los rusos se incorporen a este programa y que su desarrollo se haga de la manera "más transparente".
Durante la Cumbre se decidirá si la OTAN debe dotarse de un sistema de defensa antimisil contra la amenaza que supone la proliferación de los misiles balísticos, mediante la ampliación del actual programa de defensa contra misiles de teatro frente a tropas en operaciones y extenderlo a la protección de territorios y poblaciones civiles, con un sistema de mando y control centralizado.
Según fuentes españolas, Rusia "agradece" la transparencia y la información que se pueda compartir, aunque hay que estudiar si técnicamente es posible hacer interoperables su sistema de defensa con el de los aliados.
Por lo que se refiere al nuevo Concepto Estratégico, su objetivo es preparar a la OTAN para hacer frente a los nuevos desafíos del siglo XXI, capacitándola para gestionar crisis en zonas alejadas de los ejes de sus países aliados pero con un enfoque globlal, que tenga en cuenta las capacidades civiles y militares, que permita una mejor coordinación con otros actores internacionales.
Según fuentes gubernamentales, este documento, que se aprobará el viernes, satisface los intereses nacionales de España, ya que recoge elementos que apoya, como el Diálogo Mediterráneo, la relación con la Unión Europea, la asociación con Rusia y el desarme.
El nuevo Concepto Estratégico para los próximos diez años, que sustituye al aprobado en 1999, mantendrá el acervo estratégico y las amenazas convencionales, pero también incorporará los nuevos riesgos emergentes: la proliferación de armas de destrucción masiva, el terrorismo internacional, cyberataques, seguridad energética, el crimen organizado, las disrupciones en rutas de comunicación y transporte internacional.
