Zapatero llama a la movilización de quienes están "hartos" del PP para obtener una "amplia mayoría"

Actualizado: lunes, 11 febrero 2008 1:00


MADRID, 11 Feb. (OTR/PRESS) -

El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, se dio un baño de multitudes en Madrid y llamó a la movilización de los ciudadanos que están "hartos de la derecha", para obtener así una "amplia mayoría" en las próximas elecciones. En este sentido, señaló que no se callará "ante quienes quieren mercadear con el dolor de las víctimas" o ante quienes propugnan el machismo o la xenofobia. En su discurso, Zapatero también comparó la "alegría" y el optimismo socialista, que "no permite el mal humor ni el mal gesto de Doña Cuaresma", en referencia a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con el "gesto amargo" de los líderes populares.

Durante más de 45 minutos y ante 20.000 personas, Zapatero detalló algunos de los puntos generales de su programa y , particularmente, llamó a la movilización para los próximos comicios generales del 9 de marzo. A su juicio, "hay que levantar la voz" para lograr una "amplia mayoría" socialista en estas elecciones, especialmente positiva si llegan tiempos de incertidumbre económica. "La derecha gobierna mal cuando hay prosperidad porque no reparte los beneficios y gobierna peor cuando hay dificultad porque no reparte los sacrificios", criticó.

"¿Quiénes son aquellos que siembran la incertidumbre respecto al futuro económico?", preguntó Zapatero, en un mitin en el madrileño palacio de Vistalegre. En su opinión, son "aquellos que han tenido siempre seguro su bienestar y ahora van a los mercados, aquellos que han tenido indemnizaciones multimillonarias", en referencia al 'número dos' popular al Congreso por Madrid, Manuel Pizarro. Por eso, ante la economía habría dos actitudes, según Zapatero: la socialista, "positiva", y la del PP, basada en "meter miedo, crear zozobra e incertidumbre".

Zapatero anticipó cuatro próximos años de "crecimiento, de empleo y de apoyo a quien pueda tener dificultades" y no "de recortes", porque la economía española tiene suficientes recursos. "España puede tener cuatro años próximos brillantes de avances, de posibilidades, de dignidad de los inmigrantes", agregó.

"NO ME CALLO"

Con su habitual "no me callo pero no me enfado", el presidente del Gobierno advirtió que no se callará "ante quienes quieren mercadear con el dolor de las víctimas", porque "España y la libertad está por encima de las convicciones políticas". Además, se defenderá ante los que propugnan xenofobia y machismo, ante el "cinismo y la hipocresía" de quienes "cobran indemnizaciones" pero ignoran cómo viven la mayoría de los españoles, "ante quienes quieren denigrar a nuestros creadores" y "ante quienes quieren llenar de chapapote la vida pública". "No me callo hacia aquellos que defienden la exclusión, los fundamentalismos, ante quienes quieren excluir a los diferentes, me siento del lado de los diferentes y me comprometo por la integración de todos", explicó.

Durante su discurso, Zapatero despertó los aplausos de los asistentes en varias ocasiones, entre otras cuando se refirió a la guerra de Irak o a que la "alegría" socialista "no permite el mal humor ni el mal gesto de Doña Cuaresma", utilizando una expresión del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. "No hay más que ver a los dirigentes del PP, un día son unos y otro día otros, pero siempre están con el gesto amargo, con la cara triste, nunca son capaces de comprender, de vivir y de sentir la alegría de estar en la España democrática, en la España del siglo XXI", lamentó ante el numeroso público, entre el cual se encontraba el ex presidente del Gobierno Felipe González.

Según Zapatero, el PSOE es la formación que realmente defiende a las familias con medidas como la reducción de impuestos de 400 euros, la subida del salario mínimo y de las pensiones mínimas, criticando de esta forma al PP, que únicamente quiere "imponer su modelo" de hogar.

El líder del Ejecutivo cerró el acto acompañado por todos los dirigentes socialistas presentes en él, como el ministro de Economía, Pedro Solbes, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, o el presidente del PSOE, Manuel Chaves, no sin antes lanzar un mensaje de optimismo: "Lo vamos a conseguir y el día 9 de marzo será una gran fiesta para tener la sonrisa amplia que se merece España".