MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se disculpó hoy por no haber acudido al III Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, celebrado esta semana en Valencia, ante los organizadores del mismo y la presidenta de la Fundación, patrocinadora del evento, Mayte Pagazaurtundua. Tras la reunión celebrada esta tarde en Moncloa, Gregorio Peces-Barba explicó que Zapatero atribuyó su inasistencia a un error de percepción sobre la importancia de su presencia, una vez que al Congreso acudieron el Príncipe de Asturias, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y el propio Alto comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo.
"Ha dicho que lo sentía mucho", dijo Peces-Barba sobre lo expresado por Zapatero esta tarde. Y añadió que si hubiera sabido que su presencia era tan importante, a pesar de la representación institucional que se dio en el cónclave, habría acudido al mismo. El error "de percepción" en el jefe del Ejecutivo, según las palabras del Alto Comisionado, respondió también al hecho de que considera apoya "permanentemente" a las víctimas y que, por ello, no imaginó que su inasistencia hubiera producido "ese disgusto". La disculpa del presidente, dijo el Alto Comisionado, "es un signo de grandeza".
El primero de los asistentes a la reunión en Moncloa que compareció ante los medios de comunicación fue el director del Congreso, Cayetano González, quien dijo que el presidente del Gobierno les había pedido "perdón" por su error. González, junto al rector de la Universidad Cardenal Herrea-CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, y el presidente de la Fundación San Pablo CEU, Alfonso Coronel de Palma, pidieron a Zapatero que extendiese sus disculpas a todas las víctimas del terrorismo de forma pública, aunque lo hicieron admitiendo que "es difícil".
Además, la organización invitó al presidente a acudir a la próxima edición del Congreso, que tendrá lugar en Estados Unidos, al tiempo que González recordó que a la invitación al I Congreso, cuando era jefe de la oposición, Zapatero no respondió y a la segunda, celebrada en Colombia, envió a una directora general, en referencia a Dolors Nadal, segunda de Peces-Barba en aquel momento. Todo lo ocurrido en el Congreso durante los pasados lunes y martes está recogido en 8 cintas de DVD, que los organizadores entregaron a Zapatero durante el encuentro mantenido.
"HA HECHO DAÑO A ESPAÑA".
González dijo además que Zapatero no ha perjudicado a las víctimas únicamente, sino que también "ha hecho daño a España", un país que las víctimas del terrorismo de todo el mundo tienen "cierta envidia" por la situación que viven los miembros de ese colectivo en España desde la reacción ciudadana al asesinato de Miguel Angel Blanco. El director del III Congreso dejó también otro detalle al recordar que el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, asistió como Zapatero al acto homenaje a Francisco Tomás y Valiente en el Tribunal Constitucional y las 16:30, casi una hora de que comenzase el acto de clausura, llegó al Palacio de Congreso, que albergó las jornadas.
Según explicó Peces-Barba, durante la reunión también se habló del futuro del terrorismo en España. En este ámbito, Zapatero pidió que se juzgue la política del Gobierno "por los hechos" y añadió que "hasta ahora no se ha producido ninguno inequívoco", según el relato del Alto Comisionado. Cuando se produzca, continuó, el proceso abierto será largo y podrá durar varios años, legislaturas e incluso gobiernos, y será cada cuatro años la política antiterroristas de los diferentes gobernantes "será refrendada por los ciudadanos" en las urnas.
La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo y la vicepresidenta, María Jesús González, fueron las encargadas de trasladar al presidente también el contenido del Congreso y sus conclusiones --Zapatero también recibió el 'Manifiesto de Valencia'--. Pagazaurtundua tomó la palabra tras la reunión y leyó los puntos fundamentales trasladados a Zapatero, como que las víctimas no pueden ser "moneda de cambio" de ninguna negociación, que debe haber "vencedores y vencidos", aunque sin "odio ni crueldad" y que se debe rechazar "cualquier tentación de impunidad social, políticas o judicial". Si se produjese, añadió, "las víctimas están especialmente legitimadas para denunciarlo".
