Zapatero, 'obligado' a aguantar bromas en el Congreso por su "café de 80 céntimos"

Actualizado: miércoles, 28 marzo 2007 20:54


MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo que soportar esta tarde en el Congreso diversas bromas y chanzas por parte de diputados y periodistas a costa de sus palabras de anoche, cuando dijo en TVE que un café cuesta 80 céntimos.

El primero que se lo recordó en la sesión de control de esta tarde fue Joan Herrera, de IU-ICV, que le estaba interrogando sobre el futuro del aeropuerto de Barcelona y le ofreció tomarse un café en el Congreso, "que aquí son 70 céntimos y mucho más (caro) en el El Prat".

A lo largo de su debate con el presidente del PP, Mariano Rajoy, a costa del último juicio de Arnaldo Otegi, varios diputados del Grupo Popular hacían gestos y comentarios relacionados con 'el café de 80 céntimos'. Uno de ellos, Jorge Moragas, cansó al presidente del Congreso, Manuel Marín, que le tuvo que llamar la atención por los reiterados gestos y gritos con este mismo tema.

La cosa no acabó ahí y, cuando la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega debatía con el secretario general del PP, Angel Acebes, obviamente sobre política antiterrorista, el número dos de los 'populares' aprovechó para recordar que "se pongan como se pongan, un café no son 80 céntimos".

Al final de estos debates, Zapatero se cruzó en los pasillos con varios periodistas que, comentando la entrevista en TVE con los 100 ciudadanos, no pudieron por menos que preguntarle si ya había aprendido cuánto cuesta un café en un bar.

ESTA TARDE PAGÓ EL CAFÉ

El presidente explicó su versión. Según dijo, el último café que había tomado en un centro público fue en la cafetería del Congreso, donde cuesta 72 céntimos, y que por ello anoche, cuando se lo preguntó uno de los ciudadanos, redondeó hablando de 80 céntimos.

Por si cabía alguna duda, después de hablar con los periodistas se encaminó a la cafetería del Congreso para repetir la experiencia y reencontrarse con su 'café de 80 céntimos'. Incluso invitó a dos personas y pagó de su bolsillo con un billete de 20 euros.