Zapatero pide "sosiego" a los partidos catalanes y ofrece "plena colaboración" al tripartito y a CiU

Actualizado: lunes, 20 noviembre 2006 20:22


BARCELONA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recomendó hoy a los partidos catalanes que "procuren una etapa de sosiego" tras las elecciones del 1 de noviembre y conserven el llamado 'oasis catalán' como "mejor estado en el que "crecen las ideas y los valores más nobles". Desde su Gobierno, ofreció a Catalunya "diálogo, entendimiento y plena colaboración" con el nuevo Gobierno de Entesa, pero también con CiU porque "es conveniente".

Zapatero se manifestó optimista respecto al nuevo Gobierno de la Generalitat y dio por hecho que "las cosas van a salir bien". Admitió que el anterior Ejecutivo catalán sufrió numerosas "turbulencias, pero también alcanzó notables logros".

En este sentido, consideró que Catalunya necesita "sosiego" entre sus fuerzas políticas y en el Gobierno catalán y se manifestó convencido de que "la personalidad" de José Montilla, a quien deseó "todo el éxito en su tarea", acompaña a que el sosiego presida la actuación" del futuro Ejecutivo de la Generalitat.

No obstante, resaltó asimismo que Catalunya debe afrontar una etapa de entendimiento y subrayó que como "presidente del Gobierno de España soy consciente de la realidad plural política de Catalunya y de que existen fuerzas políticas con representación importante en el Congreso". Así, garantizó apoyo al Gobierno catalán, pero también apostó por mantener unas "relaciones positivas con CiU".

Según Zapatero, el entendimiento con CiU es "conveniente" porque "ha dado respaldo a mi gobierno y porque quiero seguir manteniendo esta relación con todas las fuerzas políticas catalanas". En este sentido, también citó la colaboración con ERC, que "ha dado apoyo al Gobierno en muchos temas".

Zapatero fue el protagonista del foro Tribuna Barcelona, donde fue presentado por el futuro presidente de la Generalitat, José Montilla, y donde fijó las "cuatro grandes prioridades" que debe fijarse Catalunya y para las que "va a contar con la plena colaboración del Gobierno central".

El presidente citó la aceleración de Catalunya como líder mundial en I+D y afrontar el cambio demográfico que supone la llegada de los nuevos inmigrantes. Zapatero abogó por un "discurso renovado de la identidad de Catalunya en España y en Europa" a partir del "orgullo de país". Reconoció que los que vienen deben disponer de derechos y deberes pero también subrayó que "los que viven más intensamente la cercanía de los nuevos catalanes han de recibir un especial apoyo de los poderes públicos" en políticas sociales, laborales, de vivienda y educación.

También citó como reto para Catalunya su "integración con el conjunto de España" y abogó por "superar viejos prejuicios sobre el ser catalán y el ser español". Para Zapatero, "el destino nos une, el respeto, el afán por el progreso y los derechos democráticos" y proclamó que "Catalunya será más Catalunya y España será más España cuanta más y mejor democracia tengamos y más libres sean sus hombres y mujeres".

Según Zapatero, "caben todas las banderas, todas las lenguas. Ninguna estorbará. Cada uno puede disfrutar del resto".

APOYO A CATALUNYA

No obstante, el principal llamamiento de Zapatero a los catalanes fue dirigido a los partidos, en un momento de enfrentamiento entre el tripartito y CiU. Zapatero rehuyó citar a nadie inicialmente y se dirigió en general a los partidos catalanes para que "procuren una etapa de sosiego" y primen el estilo catalán de hacer política en "un tiempo postestatutario". No obstante, al concluir su intervención lanzó su apuesta de entendimiento con CiU.

Zapatero consideró indispensable la "voluntad de diálogo entre los catalanes y con el conjunto de España" y garantizó que "esa será la actitud del Gobierno" que preside: "diálogo, entendimiento y plena colaboración".

El presidente del ejecutivo garantizó que "siempre estaré del lado de los que ven a Catalunya como un gran activo para la convivencia colectiva de nuestro país" y concluyó manifestando su satisfacción por el "balance razonablemente satisfactorio" de los compromisos de su Gobierno con Catalunya. Citó la aprobación del Estatut, el retorno de los 'papeles' de Salamanca, el reconocimiento del catalán en las instituciones europeas o el acuerdo estatutario sobre inversiones en los próximos cuatro años.

Nunca ha sido tan manifiesto el compromiso del gobierno de España con la forma de sentirse Catalunya como ahora", concluyó y otorgó a esta comunidad un papel prioritario al frente del "proyecto común de los españoles.