Subraya que "en cualquier sistema democrático, el hecho de mentir, te apartaría del proceso electoral" en referencia al diálogo con ETA
MÉRIDA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario del PP en el Congreso y número 4 de este partido en las listas de Madrid, Eduardo Zaplana, se mostró hoy convencido de las posibilidades de victoria de su partido en las elecciones generales del 9 de marzo porque, en su opinión, "el Gobierno llega a la campaña ideológicamente seco".
"A pesar de lo que se nos ha dicho, parece que no estábamos desencaminados, y ahora parece que los errores eran del Gobierno, que no tienen un buen balance que presentar después de cuatro años, y llegan absolutamente agotados y secos ideológicamente al proceso electoral".
Así se expresó Zaplana en una rueda de prensa en Cáceres, donde tiene previsto participar en un acto de precampaña, en la que estuvo acompañado por los candidatos número uno al Congreso por Cáceres y Badajoz, Carlos Floriano y Mariano Gallego, respectivamente.
Zaplana subrayó que en una campaña electoral "lo que toca" es "hacer balance de la gestión del Gobierno" y hacer propuestas "de unos y de otros" para que los ciudadanos tomen la decisión que crean más conveniente.
Frente a ello, comentó que se presenta "una situación que cada vez le alegra más al presidente del Gobierno de esa tensión que él quiere crear, y que es una constante desde el inicio de la legislatura".
"MENTIRAS" DEL GOBIERNO.
Añadió que la que ahora acaba ha sido una legislatura "muy difícil y complicada", y que ha habido que "esperar cuatro años para saber la verdad" sobre cuestiones que han protagonizado el debate político.
Entre ellas, apuntó que ha sido necesario llegar al final de la legislatura "para saber que el Gobierno mentía", y que así lo "reconoció" el presidente en una entrevista en un diario nacional, a pesar de haberlo negado en el parlamento, acerca de que había mantenido contactos con la banda terrorista ETA.
"Es una evidencia que han reconocido que han mentido", en referencia directa al presidente del Gobierno y al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Sobre este mismo asunto, se refirió a preguntas de los periodistas a una información publicada hoy por El Mundo acerca de que Rubalcaba gestionó con la Fundación Dunnat el diálogo con ETA después del atentado de la banda terrorista en la T-4 de Barajas, en el que murieron dos personas.
Al respecto, señaló que "esta noticia, en sí, es gravísima, pero no más que otras que se han publicado". Indicó en este sentido las palabras del Gobierno acerca de que se había verificado que "los terroristas querían apartarse de la violencia, y sin embargo estaban preparando el atentado de Barajas".
Insistió en este sentido que él mismo fue calificado como "miserable, irresponsable" y otros calificativos al preguntar en el parlamento sobre el diálogo con ETA, y después "el tiempo ha demostrado que estaban hablando". "No sólo mentían sino que no han tenido empacho en insultar a quien decía la verdad".
Asimiso, subrayó que "en cualquier sistema democrático, el hecho de mentir, te apartaría del proceso electoral".
Por otro lado, comentó que ha sido necesario llegar al final de la legislatura para conocer que el "proceso de regulación masiva de inmigrantes" ha culminado "con el gran fracaso que establece que aproximadamente --citando datos de CCOO-- un millón de inmigrantes ilegales", a lo que añadió que hay 250.000 extranjeros en las listas de paro del país.
Otro asunto abordado fue el de la política territorial --una denominación que no comparte-- y que concluye la legislatura "con dos referéndum de autodeterminación sobre la mesa", en referencia a los planteados para Cataluña, a propuesta de "los socios del PSOE", y el País Vasco, planteado por el gobierno vasco.
En cuanto a la economía, recordó que el PP repitió "hasta la saciedad" que la ausencia de medidas "nos llevaría a una situación de crisis", y que ello les ha reportado que a los 'populares' les hayan tomado por "locos".
Asimismo, se refirió a las continuas acusaciones dedicadas al PP acerca de tratar de "crispar y tensar" la vida política, y que una "mala pasada" causada por unos micrófonos ha demostrado que "quien va a dramatizar extemporáneamente, sin motivo aparente alguno, es el presidente del Gobierno, para obtener un beneficio electoral".
PROGRAMA QUE "TODO EL MUNDO ENTIENDE".
Por el contrario, dijo que el PP, después de cumplir con su "obligación" en la oposición, presenta un programa electoral "que debe ser muy bueno", por cuanto el PSOE "no entra a valorar ninguno de sus aspectos, o si lo hace, lo hace de forma muy genérica".
Asimismo, dijo que el programa del PP es "completo, estudiado, minucioso, y que todo el mundo entiende", en referencia a que "cuando se dice que quienes cobren menos de 16.000 euros no van a pagar IRPF, no hay dudas de que va a ser así". Sin embargo, dijo que del PSOE "lo único que se ha escuchado es que van a hacer una especie de paga de 400 euros", que ha generado "disputas" en el seno del Gobierno, y que ha sido criticado por los sindicatos.
Abundó en este sentido afirmando que "ni siquiera" aquellos representantes del PSOE con una mayor "capacidad dialéctica", entre los que citó a Alfredo Pérez Rubalcaba y a José Bono, a quienes definió como "el látigo del debate político", se encuentran "oscurecidos, desaparecidos" y que "cuando aparecen, lo hacen de manera torpe". "No se conoce ninguna frase célebre, ni ninguna crítica a nuestras propuestas en los últimos tiempos porque el Gobierno llega al final de la legislatura con el agua al cuello".
Por todo ello, se mostró convencido de que el PP ganará las elecciones, aunque reconoció que no será una victoria fácil, por lo que la campaña se convertirá en un "sprint final" para solicitar el apoyo de los españoles.
