Actualizado: martes, 27 febrero 2007 20:50


MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El acusado en el 11-M y confidente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Rafa Zouhier, explicó esta tarde, a preguntas de su abogado Antonio Alberca, que el ex minero José Emilio Suárez Trashorras conocía antes que a él a otras dos personas de origen árabe, de nombre Yassin y Nourdin.

Zouhier que sabía quienes eran porque habían coincidido en ocasiones en la discoteca donde trabajaba, les reconoció en unas fotografías incluidas en el sumario y que le fueron mostradas, en las que éstos aparecían junto a Trashorras, su ex cuñado Antonio Toro y la que era su mujer, Carmen Toro.

El acusado, que dijo que su "intención" no es implicar a nadie, explicó que si mencionaba estos nombres era para demostrar que existía una relación previa "entre moros y cristianos".

Negó, además que tuviera confianza con Jamal Ahmidan, "El Chino", uno de los suicidas de Leganés (Madrid), y especificó que éste nunca le llamó para despedirse y decirle que se verían "en el cielo". Añadió que nunca habló con él ni de política ni de religión, ni visionó vídeos yihadistas. "Soy famoso en las discotecas y en las fiestas, no en las mezquitas. ¿Cómo se iba a fiar este hombre de mí?, se preguntó.

Durante su estancia en el Hospital San Carlos de Madrid, en el que ingresó tras recibir una puñalada, recibió la visita del ex minero, aunque especificó que no sabe con exactitud quién le avisó de que se encontraba hospitalizado. Precisó, además, que éste siempre hizo negocios a espaldas de su cuñado Antonio Toro y de él mismo. "Ofreció explosivos a mucha gente, no sólo a mi, yo sólo fui el que avisó", añadió.

CONTACTOS EN LA UCO

Zouhier puso de manifiesto que sus contactos en la UCO, "Rafa" y "Víctor", no le explicaban cómo utilizaban las informaciones que les proporcionaba. "Yo confiaba en la élite de la Guardia Civil como cualquier ciudadano", dijo y añadió que no le comentaron si la dinamita que les había entregado estaba o no en mal estado. "Estuviera como estuviera tenían que haber investigado la muestra", espetó.

Concretó, por último, que, agentes de la Guardia Civil le aconsejaron después de su detención que no hablara de "determinadas cosas", pero que cuando vio que en la cárcel le insultaban decidió "contar la verdad a todos los españoles" aunque se "jugara la vida". "La guardia civil sabía lo mismo que yo", reiteró.