PAMPLONA, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 32% de los consumidores, si fuese a comprar coche hoy, dudaría entre adquirir uno que fuese a gasolina, a diésel o eléctrico, según indica una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache.
Entre los que sí se deciden, la opción que más apoyo tiene es la del turismo eléctrico -28%-, seguida del coche a gasolina -22%- y el diésel -19%-.
El eléctrico es el preferido en todos los segmentos de edad, si bien entre los menores de 30 y los de 46 a 65 años obtiene el mismo apoyo que el coche a gasolina. En Pamplona y su comarca las personas entrevistadas eligen en mayor medida el coche eléctrico y en menor el diésel que los vecinos de otras zonas de Navarra.
Las mujeres y los mayores de 65 años son los que muestran más dudas sobre qué tipo de coche comprarían.
Irache ha indicado en una nota que la "incertidumbre" en el sector automovilístico tras la pandemia del Covid-19, unido a la intención de la Administración de "ir apostando, cuando menos, por una paulatina reducción de coches que funcionan con diésel", está provocando que los consumidores "se muestren confundidos y dudosos" sobre qué tipo de vehículo elegirían.
Por esto, la asociación ha considerado necesario que "se haga un esfuerzo añadido para explicar los diferentes funcionamientos de los turismos y las consecuencias en el uso diario, mantenimiento y coste del vehículo". Así, ha pedido a los concesionarios que hagan "un esfuerzo por ofrecer una información sencilla y comprensible sobre las diferencias de los coches a gasolina, a diésel, eléctricos, híbridos o cualquier otro tipo".
"Sería deseable no limitarse al funcionamiento mecánico del vehículo, sino a su impacto medioambiental, ventajas y problemas de mantenimiento que se pueden dar y también previsiones acerca de precios del combustible o cambios legislativos que pueden aprobarse y que puedan afectar en un futuro al comprador del vehículo", ha planteado.
Por otro lado, Irache ha recordado que la Ley de Cambio Climático, que el Gobierno ya ha enviado al Parlamento, "tiene como objetivo que en 2050 el parque de turismos en España no tenga emisiones directas de CO2, es decir, supondría la desaparación de los coches a gasolina o diésel".
A este respecto, ha considerado conveniente "trasladar una información clara y firme al consumidor sobre esta cuestión así como las posibles consecuencias que pueda tener sobre los diferentes modelos de turismos".
Para Irache, desde la Administración "debería mostrarse una dirección clara, constante y a largo plazo". "Los consumidores, y no solo las empresas, deberían tener derecho también a una cierta seguridad jurídica que no les suponga perjuicios notables ante modificaciones bruscas del cambio normativo o de cargas fiscales", ha remarcado.
Finalmente, la asociación ha abogado por que, desde las administraciones, se apoye "modelos más eficientes y sostenibles mediambientalmente".
