El Ayuntamiento impulsará un proyecto de intervención social en el barrio de Milagrosa para mejorar la convivencia

Publicado: martes, 31 julio 2018 16:51

PAMPLONA, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Pamplona va a impulsar un nuevo proyecto de intervención social dentro del proyecto Edusi en el barrio de Milagrosa para mejorar la convivencia con la población rumana de etnia gitana. El Consistorio quiere atender así las demandas de agentes comunitarios que trabajan en el barrio y del vecindario, y responder a situaciones de conflictividad que se están dando.

La Junta de Gobierno Local ha aprobado la contratación de la asistencia técnica para la elaboración y el desarrollo de una iniciativa que se extenderá a lo largo de tres años y a la que destinará un presupuesto de 121.000 euros dividido en 45.375 euros este año, 121.000 euros en el ejercicio económico de 2019 y 75.625 euros en el de 2010, ha detallado el Consistorio pamplonés en un comunicado.

El objetivo es elaborar y desarrollar un proyecto de intervención social en materia de convivencia que dé respuesta a la situación de conflictividad que se vive entre la población rumana de etnia gitana y la que tradicionalmente reside en la Milagrosa.

Se busca promover cambios en materia de convivencia que supongan un avance positivo en la realidad actual y favorecer un contexto de coexistencia entre diferentes basado en la tolerancia, el acuerdo y el entendimiento desde el respeto a las formas culturales de las diferentes partes involucradas en el problema, han destacado desde el Ayuntamiento.

En concreto, la intervención que se realizará impulsará medidas que afronten situaciones de vulnerabilidad y exclusión social, acceso a una vivienda digna, dominación masculina, reproducción de conductas graves dentro del entorno familiar, estigma social, absentismo escolar, insalubridad, conflictos permanentes dentro del contexto comunitario, nomadismo, escasa cualificación que dificulta su acceso al mercado de trabajo; desconocimiento del idioma; o la transformación de hábitos de vida más saludables y de uso de los servicios públicos de salud.

En ella se involucrarán la ciudadanía, el tejido vecinal y diferentes áreas municipales así como centros escolares, la Unidad de Barrio, el Centro de Salud o propietarios y trabajadores de los establecimientos de hostelería, pequeños comercios y empresas del barrio.

"DESCONOCIMIENTO MUTUO"

El informe que acompaña el expediente de contratación de la asistencia técnica señala que "el desconocimiento mutuo entre los dos colectivos y el incremento de la distancia social resultado del deterioro de la convivencia están causando un malestar significativo entre el vecindario".

Los enfrentamientos verbales y físicos entre ambos colectivos y la actuación, en algunos casos, de la Policía Municipal a requerimiento de los vecinos son algunos de los procesos más visibles de la problemática. Y es que la percepción social del vecindario "comienza a ser negativa derivada del temor y el rechazo generado en la convivencia con los adolescentes rumanos de etnia gitana".

En la intervención social se prestará especial atención a la población infanto-juvenil de este colectivo. En concreto, a niñas y adolescentes debido a la preeminencia de matrimonios tempranos y embarazos; a menores que abandonan la escuela ante la posibilidad de desarrollar alguna actividad productiva como la recogida de chatarra y que deambulan en la calle sin un control familiar específico; a menores recién llegados al barrio y que necesitan una atención específica por el desconocimiento del idioma y de la cultura local; y a familias que demandan necesidades específicas en materia de salud, relaciones familiares, inserción socio-laboral o idiomas.

El proyecto de intervención comunitaria conllevará un análisis de la situación de partida en el que se identificarán los agentes involucrados, el análisis del problema, las propuesta de objetivos y la selección de la estrategia con la identificación de acciones. Además, recogerá la planificación de actividades y la descripción de las líneas de intervención señalando los recursos humanos y materiales que se emplearán.

El servicio contratado contará con al menos tres profesionales a jornada completa, uno para la coodinación con titulación de grado universitario y dos educadores comunitarios con formación de Técnico de Grado Superior, en ambos casos en ciencias sociales, educativas o humanas.

En el concurso público, se valora específicamente, como cláusula social, la presencia de una mujer en el equipo de trabajo.
Por último, todo el trabajo a desarrollar con los diferentes agentes sociales e institucionales ha sido planteado desde lo comunitario, teniendo en cuenta la realidad cotidiana de las personas que viven en el propio barrio, y fomentando un contexto de participación y colaboración con las diferentes entidades y servicios públicos implicados en el proceso.

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