PAMPLONA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Pamplona homenajeará con motivo del próximo 1 de noviembre a su hijo predilecto, el violinista y compositor Pablo Sarasate y Navascués, en su panteón del cementerio municipal de San José, recientemente renovado.
El Consistorio enviará una corona de flores con la leyenda 'El Excmo. Ayuntamiento de Pamplona a su hijo predilecto, D. Pablo Sarasate y Navascués' en bilingüe.
Este acto llega tras el programa organizado por el Consistorio pamplonés con motivo del 110º aniversario del fallecimiento del violinista que incluyó música, cine, visitas guiadas y la renovación del mausoleo a cuya inauguración asistió la familia del músico, así como familiares del constructor del mausoleo, y que contó con la actuación de la Orquesta Sinfónica de Navarra (OSN).
Pablo Sarasate, hijo predilecto de Pamplona desde el año 1900 (título que recibiría en 1902), tiene un panteón en el cementerio municipal de San José desde 1879, el mismo año en que se fundó la Orquesta Pablo Sarasate, actual Orquesta Sinfónica de Navarra Pablo Sarasate (OSN), ha destacado el Ayuntamiento en una nota.
Pablo Martín Melitón Sarasate vino al mundo en la calle San Nicolás en marzo de 1844. Su padre fue su primer profesor. Después fue a estudiar a Santiago, A Coruña y Madrid. En 1855, el joven intérprete, ya reputado niño prodigio, se traslada a París con una beca, donde lanza su carrera internacional en la década de los 60. Con 13 años fue el primer premio de violín del Conservatorio de París y comienza a tocar sus composiciones propias. A principios de los 70 da el salto y conquista América. A la vuelta sigue triunfando en Europa en países como Alemania, Austria, Países Bajos, Rusia o Inglaterra.
En los años 80, Pablo Sarasate tiene ya reconocimiento mundial de la crítica y del público en sus multitudinarios conciertos. El músico y compositor pamplonés falleció en Biarritz en 1908.
TRABAJOS DE RENOVACIÓN DEL MAUSOLEO
El Consistorio pamplonés ha explicado que los trabajos de renovación del mausoleo de Pablo Sarasate se han llevado a cabo tras descubrirse que el mármol presentaba diferentes alteraciones producidas por su exposición a las inclemencias atmosféricas, al ataque biológico de algas y líquenes y a las limpiezas con productos abrasivos que han ido desgastando la superficie de la piedra.
Además, las columnas presentaban importantes roturas y grietas producidas por la tensión ejercida por las cadenas tras su modificación. Las propias cadenas habían perdido casi en su totalidad las hojas de laurel y presentaban oxidación y numerosas capas de pintura.
Los trabajos realizados se han centrado en la nivelación y refuerzo de las bases, la intervención en columnas y pebeteros con la limpieza de óxido y la reparación de fisuras y anclajes y la intervención en las cadenas. Por último, también se ha realizado la limpieza del féretro.
