Cultura restaura la torre de telegrafía óptica de Basaluze de Alsasua con una inversión de 250.527 euros

Publicado: jueves, 26 diciembre 2019 16:30

PAMPLONA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra ha finalizado las obras de restauración de la torre de telegrafía óptica Basaluze de Alsasua. La obra ha supuesto una inversión de 250.527,53 euros.

Esta torre, declarada por el Gobierno de Navarra como Bien Inventariado, es la única que queda en pie de las tres ubicadas en Navarra que formaban parte de la línea de telegrafía óptica denominada de Castilla, que enlazaba Madrid con Irún, y que fue construida entre 1844 y 1846.

Esta línea, a la que pertenecían también las torres Ziordia y Engara, esta última también en Alsasua (término de Egubera), fue inaugurada en 1846, y se dejó de utilizar en el año 1855.

No se ha planteado la incorporación de un uso específico nuevo en la torre, ni del sistema de comunicación por señales que dispuso en la cubierta durante los pocos años en que estuvo en uso, ya que la relación visual entre esta torre y las contiguas de la línea -desaparecidas-, no se produce en la actualidad, ha explicado el Ejecutivo foral en una nota.

La torre de Basaluze es de planta cuadrada. Conservaba por completo sus muros, pero había perdido la estructura de madera horizontal interior y de cubierta y las carpinterías de puerta y ventanas. El cuerpo principal, de 10 metros de alto y 6,40 m de ancho, está compuesto por un zócalo liso apenas resaltado, anchas fajas lisas en las esquinas y una delgada de remate que definen los entrepaños, divididos en dos pisos por otra faja, todo en piedra labrada.

En los cuatro frentes se abre en cada planta una amplia ventana rectangular con faja perimetral resaltada, que se convierte en puerta en la planta inferior en orientación sur, que queda en alto. El interior es de mampostería y conserva parte del revoco de mortero de cal; se conservan restos de algunos cabezales de madera de las ventanas y se ven los mechinales de los forjados de madera desparecidos.

Las obras realizadas han pretendido su restauración arquitectónica conforme a las características originales, a la vista de los datos que han proporcionado el levantamiento de planos que se realizó en 2017, y los documentos históricos conocidos.

Se ha repuesto la estructura de roble de los forjados interiores y de la cubierta plana de la torre conforme a las condiciones originales derivadas del estudio de los muros interiores y del contraste con la configuración arquitectónica de otras torres de telegrafía óptica restauradas en España. Se ha repuesto también una escalera de caracol interior metálica ajustada al trazado de la que tuvo la torre en el ángulo sudeste. Asimismo, al retirar los escombros depositados en la planta baja del interior apareció en buen estado de conservación el pavimento original de la torre, de gruesas losas de piedra caliza, que se ha conservado.

En el exterior, se han preservado alguno de restos del revestimiento de mortero de cal que tenía la fachada sur, y el resto de paños de mampostería se han revestido con mortero de cal. Los zócalos, enmarques, impostas, cornisa y peto de remate, todos de sillería vista, se han reparado y rejuntado. Se han colocado nuevas carpinterías de madera de roble en la puerta de acceso, en las tres ventanas de planta primera y en las cuatro de planta segunda. Las doce aspilleras de planta baja no se han cerrado para facilitar la correcta ventilación del interior de la torre. La cubierta plana es accesible desde el interior de la torre y permite unas singulares vistas sobre Alsasua y la Barranca.

El proyecto y dirección de obras es de José Luis Franchez Apecechea, arquitecto del Servicio de Patrimonio Histórico, y la empresa que ha realizado la restauración es Construcciones Leache.

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