Francisco Pérez dice en Javier que para salir de la crisis se deben de buscar "soluciones espirituales y morales"

Actualizado: sábado, 14 marzo 2009 19:29

PAMPLONA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, trasladó hoy a los peregrinos que participaron en la segunda Javierada de 2009 que entre las causas de la crisis económica "mucho ha incidido la recesión moral o la crisis de costumbres, ya que cuando uno basa su forma de vida en la avaricia no puede cosechar buenos frutos". Por eso, defendió que para salir de esta situación, "se buscan soluciones materiales pero hay que buscar las soluciones espirituales y morales".

Francisco Pérez presidió esta tarde la misa de la segunda Javierada de 2009, que estuvo marcada por el buen tiempo y por la alta participación, que impidió que todos los peregrinos pudieran acceder a la explanada del Castillo, donde se celebró la eucaristía.

El arzobispo de Pamplona señaló en la homilía a los peregrinos que "como cristianos hemos de ser testigos cualificados para fecundar y fermentar la sociedad con el Evangelio" y que "no hemos de encogernos pensando que son nuestras fuerzas las que valen: es la confianza en Jesucristo, quien nos ha encomendado de ser luz, sal y fermento en medio de la masa".

Francisco Pérez señaló que por el bien de la sociedad "debemos de ser valientes y llevar con alegría, aun en medio de las dificultades, el mensaje interpelante de Jesucristo a la humanidad que nos rodea y acompaña".

El arzobispo de Pamplona se preguntó si "no es cierto que los mandamientos de la Ley de Dios son, muchas veces, marginados de la forma de vivir y que en nuestros tiempos es conveniente volver a recuperarlos" o que "desde hace décadas, se va perdiendo poco a poco el sentido del pecado". Según recalcó, el "relativismo mina la vida espiritual y está dejando una estela de amarga experiencia".

Francisco Pérez dijo que si por algo se caracterizan las Javieradas "es por su impulso evangelizador y por la reforma de vida", ya que "muchos han encontrado el camino de la santidad gracias a estos días de luz y esperanza". En estas jornadas afirmó que muchos jóvenes "han descubierto su vocación a la vida sacerdotal o religiosa, o a formar familias auténticamente cristianas".

El arzobispo de Pamplona pidió a los cristianos que rueguen "para que la solidaridad y la paz reinen en nuestra sociedad", porque su consecución "no será efectiva si se sigue perdiendo el horizonte de Dios, ya que la causa de Dios de ninguna forma está en oposición con la causa del hombre".

A este respecto, dijo que "son más bien las promesas puramente terrenas las que, como demuestra la historia reciente, terminan desembocando en una esclavitud de forma totalitaria, que destruye a las personas". Se refirió a "las leyes de muerte que se promueven" o a "las formas de vida que desvían la mirada a todo lo que signifique el proyecto de Dios".

Pidió a los niños que sean "buenos amigos de Jesús; a los adultos, que den "lo mejor de nosotros mismos"; a los jóvenes, les animó "para que no os canséis de ser buenos discípulos de Jesucristo" y a los padres y madres de familia les alentó "a que la fuerza del amor impere entre vosotros: sed fieles custodios de la cultura de la vida y de la educación sana para vuestros hijos", dijo.

Finalmente se dirigió a los mayores, a los que agradeció "todo el bien que habéis hecho y seguís haciendo en medio de nosotros", y mostró su aliento a "los enfermos, encarcelados y a los que sufrís de cualquier forma".