Medio centenar de jóvenes participan en campos de voluntariado sobre memoria histórica en Ezkaba e Igal

Jóvenes y monitores trabajan en el afianzamiento de un muro
GOBIERNO DE NAVARRA
Actualizado: martes, 14 agosto 2018 16:05

PAMPLONA, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

Medio centenar de jóvenes procedentes de diversas comunidades autónomas y de otros países inician este miércoles su trabajo en sendos campos de recuperación de la memoria histórica, situados en Ezkaba e Igal, y organizados por el Departamento de Cultura, Deporte y Juventud, en colaboración con el Departamento de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Gobierno foral.

Ambos campos se enmarcan en el proyecto Ezkaba, sustentado por el Gobierno de Navarra e instituciones y asociaciones memorialistas de todo el Estado, y que incluye, entre otras, la labor de localización de familiares que permitan identificar los cuerpos recuperados.

Además de las tareas de recuperación propiamente dichas, estas iniciativas tienen como objetivo "proporcionar a los participantes un espacio integrador, sin exclusiones, para trabajar el conocimiento y convivencia entre iguales, el intercambio de experiencias, el trabajo en equipo, y la asunción de valores de paz, igualdad, solidaridad, y respeto a todas las culturas", ha destacado el Ejecutivo foral en una nota.

Los jóvenes, de entre 18 y 30 años, se alojan en la residencia juvenil Fuerte del Príncipe de Pamplona y complementarán su actuación solidaria con actividades de ocio y tiempo libre. Los campos finalizarán el 29 de agosto.

En concreto, el campo de Ezkaba, que ya inició su andadura el pasado año, tiene por objeto colaborar en la recuperación y consolidación del denominado 'cementerio de las botellas'. Este proyecto, coordinado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, consiste fundamentalmente en dignificar el recinto, mejorar los accesos y proporcionar información pública a los visitantes.

El 'cementerio de las botellas' está situado en la ladera norte del Monte Ezkaba, junto al fuerte de San Cristóbal. Allí fueron enterrados 131 presos fallecidos en el fuerte-prisión durante la dictadura del general Franco. El nombre del cementerio se debe a que los cuerpos tenían botellas depositadas entre ambas extremidades inferiores, que originalmente contenían en su interior un acta de defunción.

En el campo participarán 25 jóvenes, procedentes de Alemania, Francia y México y de diferentes comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla y León, Castilla- La Mancha, Cataluña, Madrid, Valencia, Extremadura, Galicia y País Vasco).

Por su parte, el segundo proyecto, situado en la localidad de Igal, entre los valles de Roncal y Salazar, busca la recuperación de un área de edificios que sirvieron para acomodar a los prisioneros republicanos que participaron en la construcción, a mediados del siglo pasado, de la carretera que une los diferentes valles de los Pirineos.

Los trabajos planificados son: limpieza de las malas hierbas de la zona, consolidación de un edificio y reconstrucción de otro en madera. Se estudiarán los hechos y se utilizarán algunas imágenes que se conservan y el testimonio de los prisioneros. La actividad que se desarrollará en la naturaleza abierta, permitirá a los voluntariados disfrutar de toda esta zona rural y conocer el entorno pirenaico navarro. El camino que une los valles pirenaicos de Roncal y Salazar fue parte del plan de los Pirineos para detener una posible invasión.

Doce de los participantes en este campo proceden de Francia, Italia, Japón y Rusia; el resto, de Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla La Mancha, Madrid, Valencia, Extremadura, País Vasco y Navarra.

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