Navarra trabaja el cambio hacia un modelo de atención en centros sociosanitarios enfocado en la persona

La consejera de Derechos Sociales, M Carmen Maeztu, junto a Inés Francés, directora de la Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas, e Ignacio Iriarte, secretario general técnico del departamento.
La consejera de Derechos Sociales, M Carmen Maeztu, junto a Inés Francés, directora de la Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas, e Ignacio Iriarte, secretario general técnico del departamento. - GOBIERNO DE NAVARRA
Publicado: viernes, 29 mayo 2020 13:21

Supondrá un cambio profundo en las formas de trabajo, los modelos de gestión y la configuración de los 525 centros actualmente existentes

PAMPLONA, 29 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Navarra está trabajando en la implantación de un nuevo modelo de centro residencial para mayores y personas con discapacidad, que tendrá como principales novedades una mayor participación de las personas usuarias en la toma de decisiones, un atención más personal y la creación de espacios más seguros para poder afrontar en el futuro situaciones similares a las generadas por el COVID-19.

Así lo ha anunciado este viernes la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, en rueda de prensa, junto a Inés Francés, directora de la Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas, y a Ignacio Iriarte, secretario general técnico del departamento.

El Ejecutivo ha iniciado ya el proceso participativo del que será el nuevo Decreto Foral que regulará el funcionamiento no solo de las residencias de mayores y de discapacidad, sino también de los centros de inclusión social, de enfermedad mental y centros de día del sistema de Servicios Sociales de Navarra. En total, afectará a las 13.097 personas usuarias de los 525 centros de la Comunidad foral, de las que 9.105 permanecen en alguno de los 219 centros residenciales activos.

La consejera ha señalado que el decreto "actualiza la legislación vigente, que es de 1991", y "permitirá mejorar la calidad de dicho servicio e introducir nuevos modelos de atención". "Ha contado con una amplia participación entre los agentes sociales, sindicatos, entidades del tercer sector...", ha destacado Maeztu, para señalar que esperan que esté aprobado a finales de año.

Según ha dicho, "su aprobación cobra importancia porque posibilita muchas de las medidas que desde el departamento de Derechos Sociales se quieren poner en marcha para configurar una nueva forma de trabajo, una configuración distinta de los espacios de los centros que mejorará la calidad en el cuidado y para una mejor seguridad ante situaciones como la que hemos atravesado".

Maeztu ha manifestado que "esta nueva legislación supone un cambio importante en los servicios de cuidados porque será un sistema más flexible".

Entre las medidas que recoge el nuevo decreto destacan la creación de centros de dimensiones más reducidas con unidades de convivencia de un máximo de 16 personas, el incremento de la ratio de personal cuidador por personas atendidas, la creación de la figura del personal de referencia y la participación de las personas usuarias en la toma de decisiones sobre factores determinantes como su alimentación u horarios.

Inés Francés ha explicado que con las unidades de convivencia, se buscar "hacer un modelo más hogareño, más cercano a las personas". "Para los centros de nueva creación, propone que el 65 por ciento de las plazas estén destinadas a estas unidades, con un máximo de 16 personas", ha dicho, para insistir en que "el objetivo es huir de grandes centros y buscar un modelo más hogareño".

Según ha indicado, "el decreto pretende adaptarse a un cambio social y que viene a apoyar los cambios a unidades más pequeñas y atención más personalizada".

CONVERTIR LAS RESIDENCIAS EN LO MÁS PARECIDO A UN HOGAR

Una de las principales novedades que introduce el decreto es la creación y regulación de las unidades de convivencia, que son nuevos espacios que contarán con un área común, entre las que se incluye una sala de estar y cocina propia, propiciando la convivencia entre un grupo reducido de personas usuarias. De esta forma, un mínimo del 65% de las plazas de cada centro deberá convertirse en este tipo de unidades. Cada unidad tendrá una capacidad máxima, como regla general, de 16 personas.

Esta distribución será de obligado cumplimiento para todos los centros de nueva construcción, así como en el caso de obras en los centros ya autorizados que supongan ampliaciones de más de quince plazas. La exigencia de que los nuevos centros estén distribuidos en unidades de convivencia responde al objetivo de huir de los grandes centros más despersonalizados, tratando así de asimilarlos, dentro de lo posible, a los hogares, siguiendo el modelo de atención centrada en la persona.

Las habitaciones contarán con baño propio y la superficie mínima de las mismas será de 14 m2 útiles para las habitaciones individuales y 20 m2 útiles para las habitaciones dobles, sin incluir la superficie del baño. Estos espacios se podrán personalizar con enseres propios. Contarán con toma de TV y acceso a internet. La unidad de convivencia contará con zonas comunes, de dimensiones más propias de una vivienda y una zona de cocina.

También aumentará la ratio de personal por personas atendidas. Esta ratio no será uniforme, estará en función del tipo de servicio, y funciones del personal, lo que garantizará mejor la calidad mínima que se persigue.

Otra de las medidas planteadas en la nueva norma es que la unidad de psicogeriatría de los centros residenciales, cuando exista, deberá ocupar un espacio físico diferenciado a la del resto del centro residencial.

En el caso de los servicios de atención diurna, se definen varias modalidades. Asimismo, se marcan unos requisitos generales para todos ellos, estableciendo excepciones para la modalidad de centros de día rural e inclusión social, con la idea de poder permitir el desarrollo de estos servicios de proximidad.

Por otro lado, se prevé la regulación de autorizaciones específicas para aquellos servicios que se diseñan en el marco de experiencias pilotos, y que apuestan por la innovación, posibilitando nuevas fórmulas de abordar las necesidades, como el 'cohousing', por ejemplo. De igual modo, se facilita que una vez validadas estas experiencias pilotos, pasen a incorporase como nuevos servicios.

ATENCIÓN CENTRADA EN LA PERSONA

Con este cambio normativo, el Gobierno de Navarra pretende incorporar una nueva filosofía que gire en torno a la atención centrada en la persona, implementada ya en los países más avanzados en políticas sociales, como Países Nórdicos, Reino Unido, Canadá o Australia.

En la Comunidad foral, algunos centros como El Vergel, centro propio de Gobierno de Navarra, ya están dando los primeros pasos en esta línea, y un buen número de centros navarros también están comprometidos con la implantación del modelo de atención centrado en la persona. Especialmente, aquellos que cuentan con plazas concertadas con Derechos Sociales, al formar parte de las condiciones del último Acuerdo Marco para Residencias de personas mayores.

Del total de 525 centros de Navarra, 90 pertenecen al área de inclusión social, 71 a discapacidad, 43 a enfermedad mental y el grueso mayor, 321, son centros de mayores. En conjunto trabajan en ellos en torno a 5.000 personas. Respecto al total de personas usuarias, 1.273 corresponden al área de inclusión social, 2.317 a discapacidad, 1.236 a enfermedad mental, 8.271 a mayores.

DESESCALADA

En cuanto a la desescalada, la consejera ha comentado que están trabajando en coordinación para sacar las distintas órdenes forales para las fases de la desescalada, "preparando ya para la fase 3 en el ámbito residencial". "También estamos trabajando los planes de contingencia para un posible rebrote con los centros residenciales", ha dicho.

Ha precisado que se retrasaron "un poco las visitas a las familias para hacer un seguimiento de la situación epidemiológica de esta semana y mañana ya decidiremos cómo serán las visitas".

En este sentido, Inés Francés ha comentado que "las residencias están preparadas y vimos prudente retrasar las visitas al día 1 de junio a la espera de que Salud Pública nos dé el visto bueno sobre poder abrirlas".