Un total de 28 están relacionados con el consumo de alcohol, triplicando en 13 casos la tasa máxima y cuadruplicándola en cuatro
PAMPLONA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Policía Foral ha imputado durante el mes de noviembre a un total de 37 conductores por delitos contra la seguridad vial, 28 de ellos relacionados con el consumo de alcohol.
En 24 de las pruebas realizadas los resultados superaron la tasa máxima de alcohol autorizada, triplicándola en 13 casos y cuadruplicándola en cuatro.
Del total de actuaciones realizadas, en 7 los conductores rebasaron el índice de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, valor que fue triplicado en 13 pruebas y cuadruplicado en otras cuatro. Además, dos conductores fueron imputados por mostrar síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas y uno por negarse a realizar la prueba de consumo de alcohol.
INTENTA HUIR TRAS SER INMOVILIZADO SU VEHÍCULO
El pasado 16 de noviembre los agentes de la Policía Foral que atendían un control de seguridad ciudadana observaron a un conductor que daba muestras notorias de haber ingerido alcohol, por lo que fue sometido a la correspondiente prueba que determinó que multiplicaba por cuatro la tasa máxima autorizada. En consecuencia, se le imputó un delito contra la seguridad vial por superar las tasas y, además, se procedió a la inmovilización del vehículo hasta que desaparecieran las circunstancias que la habían provocado.
Los agentes actuantes solicitaron un cepo para asegurar que el coche no pudiera ser utilizado, y mientras esperaban a la patrulla que transportaba la herramienta vieron que la persona imputada hacía caso omiso a las advertencias e intentaba salir del parking donde estaba el vehículo inmovilizado, siendo interceptado de nuevo por los agentes que instaron al conductor a realizar nuevamente las pruebas de etilometría, negándose a hacerlo, por lo que fue detenido e imputado por un delito de negativa a someterse a las pruebas legalmente establecidas y por quebrantamiento de inmovilización.
Por otra parte, el pasado 21 de noviembre agentes de la comisaría de Elizondo fueron alertados por el Centro de Mando y Coordinación de la Policía Foral de que un vehículo circulaba de forma irregular por la carretera N-121-A (Pamplona-Behovia), en Bera. Los policías que se acercaron al lugar vieron un turismo que daba bandazos llegando a invadir tanto el carril contrario como el arcén, haciendo además caso omiso durante dos kilómetros de las señales luminosas y acústicas del vehículo policial para que se detuviera, por lo que los agentes tuvieron que interceptarle.
El conductor fue sometido a las pruebas de consumo de alcohol y arrojó una tasa de 1.04 mg/l el cuádruple de las permitidas. Identificado el conductor y contrastados sus datos, se comprobó que se trataba de un ciudadano francés que tenía suspendido el permiso de conducir desde agosto de 2011 por pérdida total de puntos, y además había quebrantado una prohibición de salida de territorio francés emitida por el Tribunal de Bayona número 1.
Las investigaciones posteriores determinaron que éste ciudadano, momentos antes de ser interceptado por la Policía Foral, paró en una gasolinera y echó del vehículo a una chica que le acompañaba. Además facilitó, en dos ocasiones, una identidad falsa a los agentes en el momento de ser interceptado, ha informado el Gobierno foral en un comunicado.
