PAMPLONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, confió hoy en que las iniciativas en obras públicas de "gran incidencia" para la Comunidad foral puedan "compensar los posibles déficit que se generen en la actividad de ciertos sectores, y concretamente en el sector inmobiliario".
Miguel Sanz, que compareció en rueda de prensa tras la sesión de Gobierno para valorar la aprobación de los Presupuestos de Navarra para 2008 en el Legislativo, subrayó que las cuentas prevén un capítulo de 1.400 millones de euros destinados a inversiones públicas, "lo que nos va a permitir hacer frente a las incertidumbres que la situación económica está generando en España y en todo los países de Europa, y por consiguiente también en Navarra".
El jefe del Ejecutivo foral citó entre esas inversiones el Canal de Navarra, la puesta en marcha del tren de alta velocidad y la continuidad de las obras relacionadas con las vías de gran capacidad, entre las que se encuentran el desdoblamiento de la carretera N-232, la conexión de la Autovía del Camino con La Rioja, y la autovía Pamplona-Jaca.
"De esta manera", destacó Miguel Sanz, "haremos frente a los déficit o a la situación que pueda derivar incidencia en el sector inmobiliario".
El presidente del Gobierno hizo una valoración "muy positiva de la negociación presupuestaria, porque a través del consenso y del acuerdo con el PSN, que ejerce la oposición, ha sido posible aprobar unos presupuestos con un amplio contenido social".
Sanz afirmó que las cuentas "parten de una previsión de crecimiento realista y fácilmente asumible", y destacó que "no se pone en riesgo bajo ningún concepto el principio del equilibrio de las cuentas públicas, a pesar de haber asumido importantes capítulos relacionados con las políticas sociales orientadas a las personas con mayor dependencia".
El jefe del Ejecutivo foral indicó que "los ciudadanos navarros podrán acceder a unos servicios sociales difícilmente igualables en otras comunidades de España".
Miguel Sanz también valoró la aprobación en el Parlamento del proyecto de ley de medidas tributarias y destacó, entre otras novedades, la exención de las hipotecas inversas, y la introducción de ventajas en el IRPF para familias con dependientes a su cargo y para las personas con becas de postgrado y de investigación.
En relación con el Impuesto de Sociedades, se reducirá del 25 al 24 por ciento la tasa de tributación para las micropymes; quedará igual para las pymes, después de que se rebajara el año pasado del 32,5 al 28 por ciento; y para las grandes compañías se reducirá del 32,5 al 30 por ciento.
El coste directo de esta reforma fiscal es de 45 millones de euros. El Ejecutivo pretende "trasladar ahorro público al ahorro privado con las medidas tributarias que reducen la presión hacia el ciudadano y que sin duda han de incentivar la actividad".
Sobre el papel desempeñado por Nafarroa Bai e Izquierda Unida en su oposición a los Presupuestos, afirmó que le "extraña sobremanera que algunos grupos sigan insistiendo en planteamientos inalcanzables e inasumibles por cualquier administración moderna y coherente".
En concreto, criticó que "no se puede estar planteando en Navarra la liberalización de una autopista, cuando en la Comunidad Autónoma Vasca, lejos de liberalizar las autopistas, lo que hacen es incrementar los peajes de manera considerable".
"En Navarra hemos hecho lo que podemos hacer, que es reducir considerablemente los peajes de la AP-15, porque eso sí entra dentro de nuestra voluntad y nuestra capacidad, y esta medida otorgará ventajas económicas importantes a los ciudadanos", subrayó.
Así, Sanz consideró que Nafarroa Bai e IUN, en su rechazo "legítimo a los Presupuestos, han aportado escaso argumentos, han aportado mucha demagogia en sus planteamientos y en ningún caso han dicho de dónde pretendía sacar el dinero necesario para compensar las iniciativas que estaban planteando".
Además, criticó que estos grupos "se han atribuido en muchos casos la interpretación de la voluntad de los navarros, cuando de manera constante decían que los ciudadanos navarros demandaban un cambio en las políticas del Gobierno, a la vez que hacían una crítica fácil contra el PSN por haber apoyado los Presupuestos".
