PAMPLONA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Durante el año 2007, la tasa de temporalidad de Navarra se redujo en dos puntos y medio respecto al año anterior, situándose en el 27,68 por ciento "por efecto de los acuerdos suscritos por los sindicatos, la patronal y el Gobierno para impulsar la estabilidad en el empleo", según un estudio realizado por el sindicato UGT de Navarra.
Así lo señaló esta mañana el secretario de acción sindical Mariano Zufía durante una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por Eva Azanza, responsable del departamento de estudios encargada del informe y Mikel Frommknecht, del equipo de temporalidad. A juicio de Zufía, estos datos son "positivos", pero la temporalidad "sigue siendo excesiva e injustificada". De hecho, añadió, a mediados de este año, más de la cuarta parte de los trabajadores navarros, un 27,32 por ciento, seguía teniendo un contrato temporal.
Estos datos son la UGT uno de los problemas "más importantes y factores más preocupantes, porque afecta a la calidad del empleo y a la vida del trabajador, es una de las principales causas de accidentes laborales y afecta a la competitividad de las empresas", apuntó Zufía.
El informe señala además que este descenso se ha consolidado durante el primer semestre de 2008, "pese al ligero repunte registrado en el segundo trimestre de este año". A finales del mes de junio del año pasado, la población asalariada se elevaba a 236.500 personas, un 55,2 por ciento de hombres y un 44,8 por ciento de mujeres.
La distribución de dicha población por tipo de contrato indica que un 72,7 por ciento de la misma tiene un contrato indefinido, frente a un 27,3 por ciento que dispone de un contrato temporal.
Además, desde el año 2001, la temporalidad ha ido creciendo en Navarra de forma ininterrumpida hasta el año 2007, con la excepción del 2003, en el que disminuyó 3,1 puntos situándose en el 24,34 por ciento, la tasa más baja de todo el periodo analizado, alcanzando el valor más alto en el tercer trimestre de 2006, con una tasa del 31,51 por ciento.
El efecto de la reducción de la temporalidad se ha mantenido igualmente, según Zufía, "durante el primer semestre de este 2008, si bien de forma más acusada en el primer trimestre, en el que la tasa se redujo al 26 por ciento, observándose un repunte hasta el 27,32 por ciento a lo largo del segundo trimestre de este año".
Para Zufía, el informe constata que la temporalidad "es un claro factor de desigualdad por razón de género", ya que mientras la tasa masculina es del 22,74 por ciento, la tasa femenina se eleva al 32,99 (10,25 puntos superior a la de los hombres) y casi el doble que en 2001.
El año 2006 fue el peor desde el punto de vista de la temporalidad, con una tasa del 30,16 y, en consecuencia, también lo fue al desagregar dicha temporalidad por sexos, con una tasa masculina del 27,07 y una tasa femenina del 34,29 por ciento las más altas desde el año 2001.
Estas cifras han mejorado sensiblemente durante 2007 y especialmente en el primer trimestre de 2008, con una tasa masculina de temporalidad del 21,23 por ciento y una tasa femenina del 31,63 por ciento, las más bajas desde 2003. No obstante, en el segundo trimestre de este año ambas tasas se han incrementado, especialmente la femenina hasta el 32,99 por ciento superando en 1,36 puntos la registrada el año pasado.
POR SECTORES
De las 236.500 personas asalariadas, el 83,1 por ciento corresponden al sector privado y el 16,9 por ciento al público. El peso de cada sexo varía sustancialmente en función del sector, alcanzando las mujeres una presencia sensiblemente superior en el sector público. Así, mientras en el caso de los asalariados, un 11,5 por ciento trabaja en el sector público y un 88,5 por ciento en el privado, las mujeres lo hacen en un 23,7 por ciento en el sector público y en un 76,3 por ciento en el privado.
A juicio de Zufía, el análisis de temporalidad por sectores de actividad "revela asimismo datos dispares sobre la situación contractual de cada uno de ellos".
La industria se mantiene como el sector con una mayor estabilidad en el empleo y, por tanto, con una menor tasa de temporalidad (19,58 por ciento en el segundo trimestre de 2008), mientras que la Construcción es el sector con una eventualidad más elevada (45,38 por ciento) seguido por el sector Servicios (28,42 por ciento) y Agricultura (25,58 por ciento).
Todos los sectores registraron una evolución positiva en lo referente a la estabilidad en el empleo durante el año 2007, rebajando sensiblemente las tasas de temporalidad observadas durante el año anterior. No obstante, en el segundo trimestre de 2008 se observa un repunte de la temporalidad, especialmente en la Industria y la Construcción.
POR EDADES
En cuanto a la distribución por tramos de edad, Zufía destacó que la temporalidad afecta "especialmente a los más jóvenes, de forma que conforme se incrementa la edad aumenta la estabilidad del empleo". Las situaciones extremas, añadió, corresponden a los tramos que abren la distribución por edades, de forma que los trabajadores entre 16 y 19 años padecen una temporalidad del 73,53 por ciento, mientras que los trabajadores de mayor edad registran una tasa del 8,12 por ciento.
Sin embargo, el informe también apunta que la evolución de la temporalidad ha sido especialmente positiva precisamente en el tramo de edad más joven, de forma que en algo menos de un año la tasa se ha reducido en casi 20 puntos (92,45 por ciento en el tercer trimestre de 2007 frente a 73,53 del según trimestre de este año).
En cuento a las comunidades autónomas, el estudio señala también que Navarra, con un 27,32 por ciento, es la sexta comunidad autónoma atendiendo a la menor tasa de eventualidad. Marcando pauta se encuentran Cataluña (21,73 por ciento), seguida de La Rioja (22,09 por ciento) y Madrid (23,56 por ciento).
Por su parte, Mikel Frommknecht explicó que para la elaboración de este estudio, el sindicato visitó 200 empresas de distintos sectores para comprobar si cumplían la ley y comprobar distintas situaciones "sin violentar a nadie". De esta forma se consiguió convertir unos 100 contratos temporales en indefinidos debido a su irregularidad.
