MADRID, 25 Ene. (OTR/PRESS) -
La recuperación de la economía española es un hecho indiscutible. Ya ni los más acérrimos enemigos del gobierno Rajoy lo ponen en cuestión. Los datos sobre crecimiento, empleo, exportaciones, déficit exterior, venta de coches, dinamismo del sector inmobiliario o prima de riesgo están ahí mes tras mes. Ahora lo que se cuestiona es si el empleo es de calidad, sobre todo si la recuperación se está trasladando a los salarios, y lo poco que se ha hecho en materia de reducción de la brecha salarial. Y en este punto, conviene acudir a una fuente como Eurostat. Y en sus últimos datos publicados se observa que la brecha salarial de género se sitúa en mínimos históricos; desde 2012 se ha reducido cuatro puntos, lo que nos sitúa por debajo de la media europea. De hecho, la brecha salarial entre hombres y mujeres está medio punto por debajo de Francia, 6 por debajo del Reino Unido y 7 por debajo de Alemania.
Sin duda, siempre el camino debe ser mejorar y por ahí es por donde hay que trabajar. La mejora de los salarios, no sólo de las mujeres, debe estar ligada a la productividad y por supuesto a la buena marcha económica de las empresas. Claro que muchas compañías están ya en ese escenario, sobre todo las grandes y de hecho han mejorado los salarios. Sin embargo, aún muchas pequeñas y medianas empresas no han alcanzado ese punto, así que durante los últimos años han elegido contratar nuevos trabajadores, cierto que con salarios más bajos, y no subir el sueldo a los que ya tienen.
En todo caso, empresarios y sindicatos ya están hablando de subidas de sueldos. La discusión sigue siendo si los salarios se deben subir de forma lineal, como si todas estuvieran en el mismo escenario y como quieren los sindicatos, o bien si la subida debe tener en cuenta la marcha de la empresa y la productividad de los trabajadores, como quieren los empresarios. Las conversaciones se han dado aún dos meses más para llegar a acuerdos. Veremos cómo acaban.
