Publicado 26/02/2019 08:00

Cayetano González.- La apuesta de Arrimadas

MADRID, 26 Feb. (OTR/PRESS) -

Ciudadanos ha movido ficha en el tablero pre-electoral y lo ha hecho apostando fuerte: su dirigente más popular, Inés Arrimadas, dará el salto a la política nacional y encabezará la lista del partido naranja por la circunscripción de Barcelona en las elecciones generales que tendrán lugar el próximo 28 de abril.

Esta decisión, obviamente impulsada por Albert Rivera, tiene solo una importante contraindicación: la persona que consiguió ganar las elecciones autonómicas en Cataluña celebradas en diciembre de 2017, convirtiéndose al no poder formar gobierno en líder de la oposición, abandona la política en esa Comunidad Autónoma para irse al Congreso de los Diputados, donde en el mejor de los casos, podría convertirse en la portavoz de su grupo parlamentario siempre y cuando Rivera, por mor de los resultados electorales, pase a ser miembro del Gobierno.

Es de suponer que los dirigentes de Ciudadanos, empezando por Rivera y continuando por la propia Arrimadas, hayan sopesado bien esa decisión, porque en unos momentos tan delicados en la vida política, social e institucional de Cataluña, abandonar el primer plano de la misma para irse a Madrid, puede ser mal interpretado, no sólo por sus oponentes políticos, sino también por quienes le votaron en Cataluña y que de alguna manera podrían sentirse huérfanos con esta marcha. Inés Arrimadas es una persona y una política muy valiosa. Valiente, con empuje y coraje, ha plantado cara durante estos últimos años al independentismo catalán. Sus intervenciones en el Parlamento han sido siempre muy claras y hechas sin ningún complejo. La prueba es que la sociedad catalana la premió, convirtiéndola en la primera política constitucionalista que es capaz de ganar a los nacionalistas en las urnas. Es evidente que en esta decisión de Ciudadanos de incorporar a su principal valor, junto a Rivera, al Congreso de los Diputados late el objetivo del partido naranja de dar el sorpasso al PP en las ya cercanas elecciones generales. El "efecto" Arrimadas funcionó en las elecciones andaluzas del pasado diciembre y Ciudadanos tuvo un magnífico resultado aunque no consiguió superar al PP. En estas próximas elecciones generales hay muchas cosas en juego: la primera y más importante, quien gobernará en España durante los próximos cuatro años. Pero también quien liderará el bloque del centro-derecha, que se presentará troceado en tres partidos. Que Arrimadas es un buen reclamo, no hay ninguna duda. Que sea suficiente para lograr ese objetivo, habrá que verlo en la noche del 28-A. El PP es un partido con un suelo electoral muy consolidado y VOX está, electoralmente hablando, en la cresta de la ola y todo apunta a que tendrá un magnífico resultado. La apuesta de Ciudadanos es audaz pero no tiene garantizado que salga bien.