MADRID, 29 Jun. (OTR/PRESS) -
La campaña para elegir un nuevo presidente ha superado su ecuador. Los populares, por primera vez en su historia, se encuentra ante su propio espejo. No son tantos los filiados como creían y a tenor de los datos conocidos, no cabe hablar de especial entusiasmo por las primarias.
Desconociendo las causas ultimas, el COC ha impuesto unas duras normas. Son bien acertadas aquellas relativas al control de los medios materiales: justificación exhaustiva de gasto, prohibición de donaciones y neutralidad extrema de sus integrantes. El PP ha aprendido de su pasado y se han impuesto si mismos toda clase de garantías.
Todo lo que sea garantizar limpieza, transparencia, definición de límites y papeles está muy bien. Se presenta como algo ineludible. Nada de trampas ni de subterfugios. Todo muy clarito han dicho los integrantes del COC. Sin embargo sorprende, quizás más a los extraños que a los propios las dificultades, creo que innecesarias, para que los militantes puedan votar. Es verdad, que el tema de los censos suele ser e casi todos los partidos, una asignatura difícil de aprobar. Ahora el PP tiene la oportunidad de decirse a si mismo cuál es la magnitud real de afiliación.
Dicho esto, la rigidez del COC resulta cuando menos sorprendente. ¿Qué impide ampliar el plazo para que la gente pueda inscribirse?. Reconozco no haber obtenido respuesta pero nadie me puede convence de que era imposible hacerlo. Bastaba con una orden del COC ampliar ese plazo, el mismo que se le concedió a Bayo para que pusiera en orden sus avales.
Pero es lo que hay. Los candidatos así lo han aceptado y si bien Pablo Casado levantó un poco la voz, en cuestión de horas dio la batalla por perdida y aquí paz y después gloria.
Ahora la incógnita es si los compromisarios van a actuar de acuerdo con los resultados que se conozcan el día 5. Sería bastante escandaloso que en el Congreso no se respetara al máximo ese resultado. No puede ser que quien salga segundo/da se convierten primero. Si eso ocurriera, el escándalo seria mayúsculo.
Sin embargo y antes de que esa votación final se produzca habrá que estar muy atentos a los contactos que con toda seguridad se van a producir a partir del día 5. Y los habrá hasta el punto que no hay que descartar que los que superen el corte del día 5 lleguen al día 20 en una única lista. Cuesta imaginar que uno de los tres preferidos saliera de este proceso "muerto" políticamente. Sería un enorme error no intentar un gran acuerdo.
El PP se ha adentrado en un territorio para ellos ignoto y supongo que adecuarse a nuevos modos, sin la tradicional protección del "padre" no debe ser fácil pero es ahora cuando el PP tiene su oportunidad. Fracasar en este proceso significaría tanto como hundir al Partido durante muchos años. Si al final prima la inteligencia, el pragmatismo y se juega con lealtad mutua, el que todavía siguen siendo el primer partido de España podría reiniciar su camino con una cierta esperanza. De lo contrario, el PP se adentraría por el camino de la autodestrucción, un lujo que ninguna democracia seria se prodiga permitir y que no sería bueno para España.
Hay que estar a la espera de acontecimientos y quien sabe si de enormes sorpresas. Lo único seguro es que Mariano Rajoy acudirá al Congreso y allí recibirá el calor de los suyos. Quien le suceda podrá contar desde el minuto uno con su silencio, que no es poco.
