Publicado 24/01/2020 08:01

Charo Zarzalejos.- Sánchez, a por todas

MADRID, 24 Ene. (OTR/PRESS) -

El Presidente legítimo del legítimo Gobierno de España, ha llegado a Moncloa y va a por todas. En este empeño, legítimo y comprensible, el jefe del Ejecutivo, no camina en solitario. No sólo tiene a su lado al ministro 23, 24 y 25 -todos en uno- llamado Iván Redondo, sino a que distancia controlada están los catalanes Rufián y Aragonés que con un ojo miran a Madrid y con otro a Lledoners.

Nada nos puede sorprender. Cuando se trata de la famosa geometría variable todos los equilibrios son pocos. Estos equilibrios pueden resultar admirables si no fueran excesivamente burdos. O dicho de otra manera, si no se notara tanto el plumero. Y es que se les nota demasiado.

Se les nota, cuando con voz de no haber roto un plato en su vida, dándole una naturalidad un tanto impostada, portavoces socialistas hablan de la reforma del Código Penal para modificar delitos sexuales, ecológicos... pero lo que verdad importa a sus promotores, es decir a los socialistas, es dar una nueva redacción al delito de sedición. Se les nota tanto que todo lo demás suena a puro atrezzo pese a que, efectivamente, es necesario revisar la redacción dada a los delitos sexuales y nadie puede negarse a que es necesario concienciar en el cuidado del medio ambiente.

Que nadie se engañe. Esto va de procurar que Junqueras y otros salgan de la cárcel lo antes posible. No habrá indultos. Se irá de la ley a la ley y como el texto final será más liviano que el actual ya hay cálculos que apuestan a que antes de final de año, Junqueras podría estar en la calle. No me produce satisfacción alguna ver a políticos en la cárcel. Ojalá no hubiera ni uno, pero si están es porque, en su momento se saltaron la ley, no porque los jueces o los ciudadanos lo hayan decidido de manera arbitraria.

No pasarán muchas semanas sin que esta propuesta de reforma llegue al Congreso y no duden que saldrá adelante con la llamada mayoría de la moción de censura. La Oposición no tiene, ni tendrá margen de maniobra parlamentario y hasta es posible que ni siquiera se hable con ellos. Los hechos van demostrando que el Gobierno tiene más comprensión, más diplomacia e incluso más indulgencia con ERC y Bildu que con el PP, principal partido de la oposición. Con ellos se pacta, se cede para que el acuerdo sea posible. El PP, bloquea y punto. El PP verá como se las arregla, pero el distinto rasero con unos y con otros es más que llamativo.

Pedro Sánchez va a por todas. No es necesario modificar la Constitución para ir dando satisfacción a quienes le auparon a la Presidencia del Gobierno, le basta la mayoría que, en principio, ahora tiene. Cuando se trata de cuestiones que requieran mayoría cualificada bastará con afirmar que con el PP de Casado no se puede hablar porque Vox le ha inoculado de intransigencia. Habrá que decir que la intransigencia de Vox, su afán por abrir debates improcedentes en el fondo y en la forma, no está prestando favor alguno al país. Es más, da argumentos todos los días para lo que se llama relato de quienes lo exageran de manera deliberada, sin mover una ceja. Estos pueden llegar a pensar que son dioses bajados del Olimpo para poner orden y justicia en un país llamado España en donde más de dos millones de niños son pobres, a los homosexuales se les persigue debajo de las piedras y a las mujeres se nos lapida si tenemos media aventura extramatrimonial. En España hay muchos ciudadanos con enormes necesidades no satisfechas, hay intransigentes y homófonos que pegan palizas a homosexuales, hay hombres que matan a sus mujeres, hay gente que roba y que mata. ¡¡Claro, hay de todo como en todas partes!! Y a todo esto hay que prestar atención, y denunciarlo y poner las bases e incluso el castigo necesario para que no ocurra. Solo añadir que si como dice el Presidente en España hay mas de dos millones de niños en situación de pobreza, el Gobierno ya está tardando en tomar medidas rápidas y precisas.

Con todo, España no necesita dioses bajados del Olimpo. Necesita de un Gobierno que en este afán de ir a por todas, no se olvide de que hay más de diez millones de ciudadanos que no les votaron y que también son su Gobierno. Van demasiado almidonados algunos socialistas. Solo ellos encarnan el bien, la justicia y la verdad. Pues ¿saben?, mejor que se anden con un poquito de cuidado porque ganar, ganarán pero no van a convencer. De eso pueden estar seguros si la Oposición es capaz de actuar con inteligencia, sin especiales prisas, pero con la calma oportuna. Si el contratiempo serio de no alcanzar el poder se maneja con mesura pero con precisión se convierte en una oportunidad. Sánchez ya ha encontrado la suya.

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