Publicado 27/03/2019 08:02

Fermín Bocos.- Giro estratégico

MADRID, 27 Mar. (OTR/PRESS) -

Cuando las encuestas no pronostican ventaja suficiente a un partido para no depender de los pactos con otros, hay que leer entre líneas para inferir hacia dónde apuntan los cálculos del día siguiente a las elecciones. Ciudadanos lleva en su ADN fundacional la liquidación del Cupo vasco y el Concierto navarro por considerarlos un privilegio contrario al mandato de igualdad entre los españoles consagrado por la misma Constitución de 1978 que es la que, por cierto, ampara dichas peculiaridades fiscales tanto en Euskadi como en Navarra. El Concierto es el marco que regula las relaciones fiscales entre el País Vasco y el Estado Central. ¿Ha cambiado de idea Ciudadanos? Podría ser, aunque sin explicitarlo abiertamente. De ser así, estaríamos ante un giro estratégico aconsejado por las expectativas del día después.

Todo esto viene al hilo de unas declaraciones de Albert Rivera en Burgos dónde dijo que: "Del Cupo vasco lo que cuestionamos es el cálculo". Sobre la existencia misma de dicha excepcionalidad fiscal, su posición parece haber pasado de abolicionista a posibilista. "Si tuviera 233 escaños, podríamos hablar de muchas cosas de la Constitución, pero sin 233 escaños o dos tercios de la Cámara, hay poco que cambiar". Remata Rivera su visión del momento añadiendo que ni el PP ni el PSOE estarían por la labor.

Es probable que a los dirigentes del PNV (Ortuzar, Urkullu) les hayan sonado los oídos. Un acufeno político que ya debieron experimentar cuando hace unos días el PP y Ciudadanos firmaron un pacto con UPN, el partido foralista de la derecha navarro. En determinados núcleos del empresariado vasco no cayó bien el apoyo que el PNV prestó a la defenestración de Mariano Rajoy. Desconfían de lo que pueda verse obligado Pedro Sánchez a conceder a Podemos si, llegado el caso, se repitiera el empate entre el bloque izquierda-derecha. Querrían ver al PNV en su sitio, no en compañía de los anticapitalistas de Pablo Iglesias y con Izquierda Unida. En ese escenario -pendiente del resultado del 28 de Abril- cabe interpretar lo que parece que estaría siendo un giro estratégico de Ciudadanos. Pero todo se mueve el reino de las cábalas porque a cinco semanas de que se abran las urnas la única certeza que se puede proclamar sin temor a yerro es que el bipartidismo que fue la etiqueta más estable del régimen nacido en el 78, ya es Historia.