Publicado 18/05/2018 08:00

Fermín Bocos.- ¿Qué le pasa al PSOE?

MADRID, 18 May. (OTR/PRESS) -

¿Qué le pasa al Partido Socialista? ¿Por qué se estanca en las encuestas? ¿Por qué en el último sondeo elaborado por el CIS la tasa de lealtad de sus votantes es la más baja desde que se instauró la democracia? ¿A qué se debe la creciente desafección que se aprecia entre sus simpatizantes tradicionales? ¿Hay que acudir a la sociología -desplazamiento del voto joven a otras opciones como puedan ser Podemos o Ciudadanos, desconfianza de los pensionistas- o el estancamiento del partido tiene que ver con el tuneado de su oferta política tradicional?

Es difícil resumir en una sola respuesta el porqué de un hecho político objetivo: pese a ser en representación parlamentaria el primer partido de la oposición, el PSOE no está aprovechando la caída en picado del Partido Popular en los sondeos de opinión. ¿De quién es la culpa? ¿Tiene que ver con las limitaciones que lastran el liderazgo del partido dado que Pedro Sánchez no es parlamentario y esa desventaja, sin duda, le priva ante los ciudadanos de visibilidad y notoriedad política. ¿Se equivocaron los afiliados que en la profunda crisis que vivió el partido -dividido entre los partidarios de Pedro Sánchez y los de Susana Díaz-, optaron por reponer al primero al frente de la secretaria general? ¿Influirá en el actual estado de cosas la personalidad fría, incluso distante, del actual líder del partido?

Son más las preguntas que podrían plantearse a la hora de tratar de establecer la radiografía de las causas que determinan el estancamiento del PSOE en los estudios de intención de voto, pero es seguro que el actual estado de atonía entre sus seguidores obedece a más de un motivo. El discurso político que promueve va a remolque del avatar político; no abre trocha y no parece que la gente perciba a los actuales dirigentes como el recambio del Gobierno que preside Mariano Rajoy. Es significativo que pese a la retahíla de casos de corrupción que tanto han desgastado al PP, el PSOE -lastrado por los ERE de Andalucía- no haya conseguido transmitir un mensaje capaz de llevar a los votantes la esperanza de un cambio. Alfonso Guerra, dirigente a la sazón, jubilado, contestó a la pregunta de qué era el PSOE con una frase cuyo sentido adversativo quizá podría explicar lo que le pasa a este partido y por qué le pasa. "El PSOE -dijo- es el partido que más se parece a España". Quizá sea ése el problema. Que el partido ya no se de parece a lo que quieren y esperan los españoles. De ahí la anemia que describen las encuestas.