Publicado 10/04/2018 08:00

Fermín Bocos.- La verdad de las mentiras

MADRID, 10 Abr. (OTR/PRESS) -

Con la sonada excepción de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, a medida que pasan los días desde que estalló el escándalo del máster de Cristina Cifuentes hay dirigentes del que PP van camino de doctorarse en cinismo. Este asunto les está empujando a enrocarse en un patriotismo de partido que parece haber nublado la percepción de la realidad.

La opinión pública conoce el resultado de la investigación llevada a cabo por el rector de la Universidad Rey Juan Carlos que declara no probado que la señora Cifuentes hubiera realizado el mencionado máster. Máster del que la propia presidenta de Madrid reconoció en el parlamento regional que ni había asistido a las clases ni se había examinado ni pensaba presentar el Trabajo Fin de Máster porque según su decir es a la Universidad a quien corresponde hacerlo público.

El intento para endosar las responsabilidad del presunto fraude a la Universidad, resulta patético porque los hechos son tenaces.

Por decirlo con palabras Alberto Núñez Feijóo. "La respuesta es bien sencilla o sí o no. Si lo tiene, la presidenta no nos ha mentido, si no lo tiene, en este caso nos habría omitido la verdad". Traducción: sí el TFM no aparece, Cifuentes habría mentido. Tan sencillo, para Feijóo y como él para millones de españoles, pero no para otros dirigentes del PP que en un acto de voluntaria ceguera han decidido chutar el balón hacia adelante echando la culpa de todo este asunto al PSOE ,uno de cuyos afiliados, profesor de la URJC, habría sido quien filtró la noticia de las irregularidades que aparejó el proceso de obtención del ya famoso máster que la comunidad universitaria duda de que fuera conseguido en buena ley.

Quienes asesoran a la dirigente popular madrileña en esta innecesaria agonía política, Cifuentes estaría siendo víctima de una conspiración urdida desde las filas del PSOE, de ahí la moción de censura anunciada por Ángel Gabilondo y secundada por Podemos. No así, de momento, por Ciudadanos que tiene la llave en la Asamblea.

Cifuentes asegura que no piensa dimitir. En los pasillos de la Convención del PP celebrada en Sevilla, algunos dirigentes populares echaban cuentas de cuánto podría retrasarse la caída de Cifuentes recordando lo ocurrido en Murcia en el caso de Pedro Antonio Sánchez, el presidente investigado cuya cabeza exigía Albert Rivera para seguir apoyando al PP en el gobierno de la región.

También entonces, antes de dimitir, contó con el apoyo de Mariano Rajoy. Es mucho lo que el PP se juega en Madrid. También Ciudadanos se sabe observado en este regate en el que está en juego la sinceridad de su compromiso regenerador. Decía Confucio que cuando el sabio señala la Luna el necio mira al dedo. Pues de eso va este caso.