MADRID, 13 Feb. (OTR/PRESS) -
"Pedro Sánchez barrunta convocar elecciones el 14 de Abril". Ha sido un globo sonda en el arranque de una semana en la que el presidente del Gobierno lleva al Congreso unos Presupuestos para los que no cuenta con apoyos suficientes para aprobarlos. Que vía EFE (agencia oficial), se filtre la noticia de un posible adelanto electoral parecería una broma de no ser la prueba de la desesperación con la que perciben la realidad política española quienes han lanzado el globo sonda. Porque estamos ante una liebre que salta a la pista tras la multitudinaria manifestación que convocaron el domingo los dos principales partidos de la oposición parlamentaria, por cierto, reclamando elecciones y rechazando los tratos de Sánchez con los separatistas catalanes.
La paradoja del caso es que quien intenta hacer tratos con los independentistas sale siempre trasquilado. En esa situación se encuentra el Gobierno tras haber tenido que recular en el asunto del famoso "relator" que Carmen Calvo había pactado con Quim Torra. Para el retablo de lo patético quedará la famosa rueda de prensa en la que la vicepresidenta intentaba ponerse de acuerdo con la semántica para explicar qué es y en qué consiste la tarea de un "relator", figura consagrada en el Derecho internacional para actuar de mediador en causas relacionadas con actuaciones de la ONU. El revuelo que levantó semejante propuesta -que incluía la creación de una mesa de partidos al margen del Parlamento-, y visto que Torra mantenía el reconocimiento del derecho de autodeterminación como una de sus condiciones para apoyar los Presupuestos, obligó a Moncloa a plegar velas.
Me consta que el video en el que Felipe González alertaba acerca de los riesgos que aparejan las pretensiones de los separatistas fue tachado por la capilla de asesores que rodean a Sánchez como un acto de deslealtad. Son los mismos que le habrían aconsejado poner en circulación el globo sonda del posible anticipo electoral como maniobra para presionar a los diputados de ERC y del PdeCAT. El objetivo es que los separatistas apoyen los Presupuestos de Sánchez ante el temor de una posible victoria de "las tres derechas" en las próximas legislativas. Es sabido que PP y Ciudadanos tienen dicho que de estar en su mano suspenderían la autonomía de Cataluña aplicando de nuevo el Artículo 155 de la CE. Más allá de la cocina del CIS, el PSOE, después de la pérdida del poder en Andalucía, se sabe bajo mínimos y por lo tanto en el peor momento para acudir a las urnas. El "ojo que viene el lobo", es un mensaje destinado tanto a los separatistas como a los votantes de PSOE desencantados con la manera de gobernar de Pedro Sánchez.
