Publicado 04/12/2020 08:00

Fernando Jáuregui.- Y ahora, después de los Presupuestos, ¿qué?

MADRID, 4 Dic. (OTR/PRESS) -

Ahora, cuando los Presupuestos de Sánchez (e Iglesias) están ya virtualmente aprobados, todos se preguntan qué va a ocurrir a continuación en esta loca carrera política en España. Hay quienes opinan que, una vez que cree tener más consolidada la Legislatura, Pedro Sánchez aprovechará para 'reequilibrar' internamente un Gobierno claramente dividido en torno a casi todo: desde cómo reformar el Consejo del Poder Judicial hasta qué hacer con los presos del 'procés'. Pasando, claro, por cómo afrontar la reforma de los desahucios, la prolongación de los ERTE o incluso cómo distribuir los aún no llegados fondos europeos o cómo tratar a la Monarquía, nada menos. Sí, casi todo, en suma.

Y, por tanto, son bastantes los que creen que, en aras de ese equilibrio interno, el presidente anda ya pensando en una remodelación ministerial. Que sospecho que en cualquier caso no tendría ni la profundidad ni la extensión a mi juicio precisas.

Las fuentes con las que hablamos privadamente los periodistas --que casi nunca se ponen de acuerdo sobre lo que va a ocurrir y casi nunca aciertan del todo después-- coinciden, sin embargo, en que las elecciones catalanas del 14 de febrero constituyen un mojón temporal en toda regla: en torno a esa fecha se supone que PSOE y Unidas Podemos habrán llegado a un acuerdo interno --ya que no con la oposición-- sobre la reforma judicial y sobre esa constelación de cuestiones más arriba indicadas. Y, en función de los resultados que se obtengan en estas elecciones, aunque sean ya bastante previsibles, ocurrirán unas cosas u otras: o un refuerzo de las alianzas que fortalecen al 'Gobierno Frankenstein de la investidura', quizá llegando a la formación de un Govern de la Generalitat tripartito (ERC, PSC, Comuns), en el que hoy aún pocos dicen creer, o el comienzo de una nueva oleada de inestabilidad política, por si tuviéramos poca.

Y lo mismo digo de la oposición: es previsible que, si Ciudadanos obtiene los malos resultados que las encuestas le auguran en Cataluña, el Partido Popular verá favorecidos sus proyectos de engullir a la formación que encabeza Inés Arrimadas. Eso si no resulta que Vox sobrepasa al PP en esos comicios catalanes, que, por cierto, no pocos temen que puedan acabar convirtiéndose en un plebiscito 'independencia sí-independencia no', pese a las patentes fricciones que hoy dividen la acción de los independentistas.

Vemos, así, que tras los Presupuestos, e inmediatamente después del relativo respiro navideño, que este año será inusitadamente triste y preocupado, se abre un período de nuevos retos políticos. Contradiciendo así la optimista visión 'oficial' del Gobierno y de sus aliados de Podemos en el sentido de que ahora, aprobadas las cuentas del Estado, se estabiliza una Legislatura que Sánchez pretende llevar, como pueda, hasta al menos 2023. O, por qué no, hasta el límite de 2024, si posible fuera. O permanecer en el poder más aún, como sugería desde su atril parlamentario el portavoz podemita, Pablo Echenique. Ya lo advertía también la portavoz socialista Adriana Lastra: "pierdan toda esperanza los de la oposición, porque vamos a estar en el poder muchos años".

Independientemente de cuáles sean las preferencias personales de cada cual, yo no estoy nada seguro de que esto vaya a ser así; Sánchez, en los Presupuestos, ha vencido. Pero, como tanto se repite, está lejos de haber convencido a una mayoría del país, un país que para nada sale tampoco fortalecido, y todavía menos unido, del lance presupuestario. Y eso tendrá sus consecuencias. Veremos en qué para todo esto.

fjauregui@educa2020.es