MADRID, 4 Jun. (OTR/PRESS) -
La política es un arte, aunque a veces parezca un basurero. La política tiene grandes momentos y enormes dramas. ¿Quién les iba a decir, quién nos iba a decir, apenas hace unos días a Rajoy y Sánchez que iban a intercambiar sus posiciones de poder? Ahora Rajoy lo ha perdido y Sánchez lo tiene. ¿De verdad lo tiene? El único mandamiento para el presidente Sánchez es no especular.
No especular con el poder. 84 diputados dan para lo que dan y un Gobierno sólo con socialistas es más débil que un equipo de fútbol al que le han expulsado a cuatro jugadores. Lo primero que necesita es que el PP apruebe sus Presupuestos en el Senado y eso no parece claro en este momento porque la tentación de castigar al PNV es muy grande. Sánchez puede apelar al sentido de Estado del PP, pero no parece el momento. Además, si no se aprueban los Presupuestos del 18, tampoco se podrán prorrogar para el 19, con lo que la legislatura tiene los días contados. Incluso si PP se conmueve y piensa en la salud de España, cada paso que dé para cambiar leyes necesitará contar con el apoyo de todos los que están en contra del PP. Y eso sólo ha sido posible para echar a Rajoy.
No especular con la integridad y la unidad de España pese a que se va a incrementar la presión independentista, conocedora de la máxima debilidad del Gobierno. Por dos vías: la catalana, de frente, sin respiros, sin límites; la vasca, más sagaz, después de derribar a Rajoy se dedicará a extorsionar a un Sánchez que es presidente gracias, también a los votos de los herederos de ETA. El nuevo presidente no puede fiarse de nadie, porque nadie quería situarle en el poder, sólo echar al PP de Rajoy. "Roma no paga traidores", pero si no hay pago la traición puede repetirse.
No especular con la economía, aunque haya que tomar medidas para reducir la desigualdad. Si el PP creía que con haber sacado a los españoles de la crisis, todo estaba ganado, se equivocó. Pero si el PSOE retoma las viejas recetas de la vieja izquierda, o asume los cantos de sirena de los podemitas, podemos regresar a los peores años de este siglo. Es decir, podemos pasar de una cierta desigualdad a la pobreza.
No especular con las reformas. Para cambiar este país y llevarlo a la modernidad, se necesita un pacto entre los tres grandes partidos constitucionalistas, PP, PSOE y Ciudadanos. Se pudo haber intentado en los dos primeros años de esta legislatura, pero ninguno de los tres partidos lo quiso. ¿Podrá arrastrar el PSOE a los otros dos partidos con solo 84 diputados?
No especular con la corrupción. A pocos meses está la sentencia de los ERE. ¿Qué hará entonces Sánchez? Ha pactado además contra los grandes corruptos de Cataluña. El PP modificó todas las leyes contra la corrupción, pero no fue claro sino permisivo y llegó tarde, muy tarde. Sánchez ya puede dormir en La Moncloa. Pero eso no le asegura que pueda gobernar sin especular cada día en cada asunto. Y si lo hace, las posibilidades de seguir en el poder una larga temporada serán cada vez menores. Personalmente lo siento, porque nuestro país se merece salir de la crisis y enfocar el futuro con esperanza.
