Publicado 13/06/2018 08:00

Escaño cero.- Una buena decisión

MADRID(OTR/PRESS)

¡Bien!, por la decisión adoptada por Pedro Sánchez de ordenar que los seiscientos inmigrantes rescatados por el barco Aquarius sean acogidos en el puerto de Valencia. La decisión de Sánchez es una decisión ética que hay que aplaudir. Yo no sé ustedes, pero a mí me resulta tan insoportable como indignante saber que Italia se ha negado a acoger a estás seiscientas personas y me pregunto qué clase de Europa estamos construyendo. O la Unión Europea además de un espacio económico y político es un espacio ético, donde se respetan y se defienden los derechos y libertades de todos los seres humanos o de lo contrario el proyecto europeo no valdrá la pena.

De manera que es urgente, y ojalá Pedro Sánchez y el ministro Josep Borrell lo coloquen en la agenda europea, el que las instituciones comunitarias debatan y busquen soluciones urgentes al problema de la inmigración. Mientras Europa envejece, los países africanos cuentan con un capital humano de miles y miles de jóvenes que se enfrenta a situaciones de miseria, de guerra, de desesperanza por la falta de futuro, de la que tratan de huir. Esas personas caminan durante cientos de kilómetros, son objeto de todo tipo de vejaciones por parte de las mafias que les garantizan que podrán llegar a Europa, y cuando llegan a la penúltima etapa de su arduo camino se encuentran que esas mafias les arrojan al mar para que en lanchas en pésimas condiciones intenten llegar a la orilla europea.

La única manera de intentar abordar la inmigración incontrolada es la cooperación y la inversión. El Primer Mundo tiene que invertir en los países del Tercer Mundo, ayudar a crear condiciones económicas y políticas para el desarrollo para que los jóvenes no se vean obligados a emigrar.

Pero tienen que ser políticas debatidas y consensuadas por todos los países de la Unión Europea. Además los jefes de gobierno tienen que llegar a un acuerdo sobre cómo repartir y asumir a los inmigrantes que llegan a nuestras costas.

La realidad es que tanto Italia como Grecia se han visto desbordadas por la llegada de inmigrantes pero sobre todo lo que se han visto es solos para abordar la situación.

Pero eso no es excusa para el comportamiento reprobable del Gobierno italiano impidiendo a esos seiscientos inmigrantes desembarcar en la costa italiana y poniendo en riesgo sus vidas.

Mientras tanto España a través del Presidente de Gobierno ha dado una lección de ética. Bienvenida sea la decisión de Sánchez permitiendo a los inmigrantes del buque Aquarius encontrar abrigo en Valencia.

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