Publicado 12/02/2019 08:00

Escaño cero.- Ni tanto ni tan calvo

MADRID, 12 Feb. (OTR/PRESS) -

Hubo gente, sí, a que negarlo, aunque quizá menos de la que se esperaba. En cualquier caso no estaría de más que el Gobierno en vez de ensimismarse en las cifras de los asistentes reflexione sobre lo que está pasando, sobre ese clamor sordo de la sociedad, sobre esa insatisfacción evidente porque como está gestionando el problema catalán. Y desde luego la vicepresidenta Calvo no atina demasiado en algunas de las cosas que dice. La señora Calvo asegura que "hay una involución democrática" y se lo achaca al PP y a Ciudadanos amen de VOX. Y sí, hay un intento de involución democrática pero liderada por el independentismo catalán que vienen golpeando al Estado de Derecho, saltando las leyes, organizando referéndums ilegales, proclamando repúblicas ficticias, etc, etc..

Sin duda, el PP y Ciudadanos se han equivocado compartiendo manifestación con VOX porque la presencia de este último partido ha espantado a muchos ciudadanos que hubieran podido acudir. En realidad Pablo Casado y Albert Rivera han hecho un flaco favor a la causa que quieren defender propiciando que desde el independentismo y desde el Gobierno se reduzca la protesta a "cosa de fachas".

Ciudadanos debería de reflexionar sobre lo mucho que les perjudica converger con VOX aunque sea en una manifestación.

En cuanto al PP, en realidad Pablo Casado está tan preocupado por rescatar a los votantes que se le han ido a VOX que está derechizando a marchas forzadas a su partido.

Pero la cuestión de fondo no son los slogans de la Vicepresidenta Calvo, sino lo que ella pretende restar importancia y es que a los ciudadanos les indigna saber que había una "agenda oculta", que en las negociaciones entre el Gobierno y los independentistas se estaban adquiriendo compromisos a espaldas de los ciudadanos y desde luego yendo más allá de los límites de la Constitución.

Cuesta comprender, y desde luego aceptar, que el Gobierno de España en vez de exigir a sus interlocutores que abran las puertas del Parlamento catalán (al que los independentistas tienen prácticamente secuestrado porque se niegan a que tenga ninguna actividad) negociaran poner en marcha una "mesa de partidos" para tratar del futuro de Cataluña. Nada menos que el futuro de Cataluña se iba a dilucidar fuera del marco institucional y para dar fe de tamaño dislate habían incluido un "relator".

La figura del "relator" es un insulto a nuestra democracia y sin embargo el Gobierno a través de la Vicepresidenta Calvo la ha defendido hasta el ridículo.

El Presidente no ha salido bien parado de esta crisis, independientemente del número de manifestantes en la Plaza de Colon de Madrid. Entre otras cosas porque ha vuelto a demostrar que es capaz de cualquier cosa con tal de seguir en la Moncloa. Incluido negociar lo que no está legitimado para negociar.

La pregunta que cabe hacerse es ¿y ahora qué?. La respuesta la tendremos esta misma semana en el Parlamento. Si ERC y PdeCAt tumban los Presupuestos de Sánchez o si por el contrario los apoyan. En realidad tanto Sánchez como el movimiento independentista están llevando a cabo una penúltima jugada: Torra y compañía pretenden que Sánchez vuelva a la mesa de la negociación aceptando sus condiciones y Sánchez pretender que Torra y compañía le aprueben los Presupuestos porque es mejor que él esté en la Moncloa que no Casado o Rivera. Veremos quién da un paso atrás en este envite.