Publicado 06/04/2018 08:00

Luis del Val.- Los asesinos se tunean

MADRID, 6 Abr. (OTR/PRESS) -

Desde el año 1968 hasta el 2011, la banda asesina ETA logró matar a 858 personas. Amenazó a más de 15.000, y logró que unos 200.000 vascos se fueran de su tierra por miedo a la extorsión, el secuestro o el atentado que costaba la vida. Muchos más que tras al guerra civil, que fueron algo menos de 130.000, lo que demuestra que la infiltración de la banda asesina produjo más miedo que el triunfo de una dictadura de ideología fascista.

ETA ni ha entregado las armas, ni se ha disuelto. Simplemente, carece de fuerza y de dinero, y ahora los asesinos se van a tunear a través de un monumento de hierro, que pesa tres toneladas, con la complicidad del alcalde francés de Bayona, que ha aceptado que el tuneado se asiente en su ciudad. El monumento es un hacha de hierro, invertida, y, al final del mango, sale un árbol. El escultor es Koldobika Jáuregui y lo van a titular "El árbol de la verdad", es decir, que del hacha y la serpiente, que fue el símbolo de la extorsión, el secuestro y el asesinato, surge el árbol de la vida, qué bonito, lo cual se complementa equiparando a asesinados y asesinos con el término igualitario de "víctimas del proceso". Es como si a ese tipo que ha matado a su mujer, atropellándola varias veces, al referirnos a la asesinada y al asesino los aludiéramos como "las víctimas del proceso matrimonial".

Todos estos fastos de tuneado puede que vayan acompañados de una solemne declaración en la que ETA se disuelve, otra mentira más. Tienen que decirlo para no reconocer que fueron derrotados por, puede que el más antipático de los presidentes, José María Aznar. Y prueba de su falta de recursos es que para hacer el monumento han tenido que vender camisetas. Aquellos tiempos del dinero abundante procedente del tráfico de armas y de los secuestros se han acabado. No les molesten, por favor. Están en plena acción de tunear asesinos con ayuda de los palmeros de siempre.