Publicado 09/02/2018 08:00

Luis del Val.- El inocente paracetamol

MADRID, 9 Feb. (OTR/PRESS) -

El paracetamol o acetaminofeno, es un analgésico tan inocuo que es de los pocos medicamentos que se puede tomar durante el embarazo y la lactancia. Desde luego, no hay constancia de que haya producido ninguna muerte, ni siquiera por grandes sobredosis, pero sí hay constancia estadística de que por abuso de las drogas mueren en España más de dos personas cada día. Equiparar sus efectos con la cocaína o con cualquier otra droga, sea para profesionales, catedráticos o académicos de la drogadicción, no es sólo una muestra de analfabetismo, sino una estupidez peligrosa.

Que a los pocos días de la tontería contemporánea, unos narcotraficantes convirtieran un hospital español en el escenario de una película del peor Chicago de los años treinta, no tiene ninguna relación con el descerebrado manual para llegar a ser un drogadicto de provecho o uno de los más de 800 cadáveres que se cobra la droga cada año en nuestro país, pero sí es una muestra del progresismo pacífico que exhiben los delincuentes que dirigen las redes de comercialización. Creer que, en el momento en que se legalicen las drogas, los narcos van a cerrar sus tinglados es de una inocencia colegial. La morfina, por ejemplo, está legalizada, y hay tráfico y mercado negro, y a pesar de la vigilancia, de vez en cuando, hay comprensibles hurtos porque en el mercado negro alcanza el cuadruple de su precio. Eso con la morfina, que no es precisamente la alegría de la huerta de la drogadicción. ¿Cuánto valdrían 10 gramos de cocaína, al margen de recetas y farmacia? Pues lo mismo que ahora, mil o dos mil veces su costo real. A no ser, que la legalización se pretenda que vaya acompañada del mercado libre, sin controles sanitarios, como ahora. Con lo que te podrían poner una multa por vender la carne de un conejo sin inspección veterinaria, pero podrías vender cocaína adulterada. Maravilloso futuro.