Publicado 09/05/2018 08:00

Pedro Calvo Hernando.- El PP madrileño en primera línea

MADRID, 9 May. (OTR/PRESS) -

Mientras que el PP sigue su proceso imparable de putrefacción, lo de su organización en la Comunidad de Madrid ralentiza un poquitìn su caída con la designación de Angel Garrido como sucesor de Cristina Cifuentes hasta las elecciones de la primavera de 2019. La propuesta de Garrido por Rajoy tiene algo de acierto del centro de poder partidario pese al rechazo en bloque de la izquierda (PSOE y Podemos). Hay quienes afirman que el sucesor de Cristina era lo único que le quedaba al PP madrileño en la combinación de honradez y experiencia, pese a haber sido el fiel número dos de la ex presidenta. Su aspecto y su imagen producen una sensación favorable, aunque mucho cuidado con lo que digo, ante las anteriores experiencias peperas, que se llevaron por delante a personas que también habían producido en algún momento esa misma sensación favorable.

Ángel Garrido proyecta un halo de cordura y seriedad que podrían ser garantía de acierto... mientras que la experiencia no demuestre lo contrario. En cualquier caso esta propuesta entraña lo mejor que al PP le ha sucedido en muchos meses de penalidades. En todo caso, con lo de Garrido el partido de Rajoy se juega mucho y no tardaremos en comprobarlo, para bien o para mal.

El apoyo de Cs garantiza un buen comienzo de esta experiencia, aunque la decisión de Albert Rivera y su gente sea objeto, como estamos viendo, de toda clase de críticas, de algunas de las cuales este comentarista participa abiertamente. La decisión podría ser un tanto acertada aunque sea por descarte de todas las demás que eran posibles y que incluso se habían hecho públicas. Hay que tener en cuenta que el tema es mucho más importante que lo que supondría la fría contemplación de la importancia del cargo. Lo que el PP se juega reitero que es de una trascendencia bastante inusitada y que sobrepasa con mucho la medida del cargo que se cubre.

Por unos días, el tema Ángel Garrido acaparaba la atención política, demasiado reiterativa últimamente en torno a cuestiones como la de la Manada o la de Puigdemont, al menos hasta que se clarifique del todo si habrá una solución que evite nuevas elecciones en Cataluña dentro de muy pocas semanas.

No diría yo tanto sobre el final efectivo de ETA, tema al que ningún otro podría restar trascendencia, por supuesto. De ambas cuestiones hemos hablado tanto que no me importaría dejarlas por un momento en un plano que no parezca dominante. En cuanto a la gran movilización de los pensionistas hay que decir de nuevo que ese fenómeno sin duda va a tener resultados favorables para la causa. Veremos enseguida lo que pasa tras la reunión del Pacto de Toledo después del acuerdo PP-PNV. Pues paciencia: ya vemos que la actualidad política viene rebosante. Atención a los nuevos acontecimientos que esperan.