Actualizado 21/11/2018 08:00

Pedro Calvo Hernando.- ¿Vienen seis meses saludables?

MADRID, 21 Nov. (OTR/PRESS) -

El secretario general del PSOE, y con él Pedro Sánchez y su Gobierno, no descartan ahora celebrar las elecciones generales el 26 de mayo, junto a las autonómicas, municipales y europeas. Ese anuncio-insinuación, que en realidad encierra una obviedad, cambia en unas horas las expectativas de las últimas semanas. Si no hay Presupuestos del Gobierno de Sánchez, el cálculo de Abalos podría verse confirmado por la realidad. Así se avanzaría un buen paso en el gran debate. Y así Sánchez no necesitaría a "los enemigos de España para estar cuatro días más en la Moncloa" (Rivera dixit). Tendríamos probablemente el famoso "Superdomingo" electoral, pues cada vez se ve más difícil unos Presupuestos Generales del Gobierno socialista.

La conveniencia o inconveniencia de esa probable posibilidad parece que aclara un tanto ese panorama político que cada vez se veía más oscuro y más enredador de la política española en términos generales. Cuando el Gobierno entra en el tema con esa naturalidad, lo habrá hecho por algo, tal vez porque ha llegado a esa conclusión tras considerar que era la mejor, o la menos mala, para la evolución política nacional, tan vapuleada y escandalizante en las últimas semanas anteriores al preanuncio.

No creo equivocarme si digo que los grandes beneficiarios del preanuncio son el Gobierno y el PSOE, que salen fortalecidos frente a los ataques de la oposición de la derecha y la ultraderecha. Por lo demás, el adelanto de las elecciones generales venía siendo una pertinaz petición de esa oposición, que ahora aparecería debilitada al perder esa gran baza de la reclamación permanente del adelanto electoral.

A partir de ahora, PP y Cs perderían la baza y la oportunidad de esas afirmaciones absurdas e incluso ridículas que han venido haciendo en las últimas semanas. Ya no tiene sentido, por ejemplo, eso de Rivera de que Sánchez necesita a los enemigos de España para estar cuatro días más en la Moncloa. ¿Es que el presidente de Ciudadanos ya no se acuerda de sus melifluas relaciones con Sánchez cuando incluso llegó a firmar con él un pacto político de importantes contenidos? Aunque suene raro decirlo, creo que Rivera se conduce peor que Casado a la hora de llevar su política frente a Sánchez y su Gobierno. Que Dios conserve la visión política a este Albert, pues le hace mucha falta. Y que no se sorprenda si los resultados de las urnas del probable "Superdomingo" 26 de mayo son mucho menos favorables de lo que él espera...

Con esto no quiero decir que Pablo Casado goce de una mayor inspiración divina en sus decisiones y discursos sobre Sánchez y su Gobierno. Únicamente ocurre que Casado puede beneficiarse de un posible retorno de votantes que se habían marchado con Rivera y que comienzan a percatarse de que tal vez o seguro que se habían equivocado. En todo caso, ese enfrentamiento PP-Cs solamente puede derivar en beneficios para la izquierda, especialmente para el PSOE y Sánchez y su Gobierno...

A partir de ahora, los vectores políticos de esta España van a irse clarificando, y justamente a partir de un momento en el que ya no podrán oscurecerse más. Con un añadido importante: que lo que ocurra el 26 de mayo será trascendental. Si ganan el PSOE y Podemos, o sea la izquierda, sería una victoria apabullante, ya que en esa jornada electoral se juega todo: el Gobierno de la nación, el de las Comunidades Autónomas (excepto cuatro), los Ayuntamientos y la representación en el Parlamento Europeo. La victoria de quien o quienes ganen será una victoria firme y duradera. Serán ahora seis meses, medio año, de gran tensión política y tal vez de saludables perspectivas.