Publicado 01/03/2018 08:00

Victoria Lafora.- Pensionistas al poder

MADRID, 1 Mar. (OTR/PRESS) -

Por si el PP no estuviera suficientemente alarmado por los datos de las encuestas, ahora se le pone en pie de guerra su granero de votos: los pensionistas. Ese colectivo al que la sociedad, y sobre todo la clase política, no han agradecido lo suficiente su imprescindible papel social frente a los zarpazos de la crisis económica. Unas pensiones, a las que la precariedad laboral ha convertido en un "lujo", salvaron de la indigencia a miles de familias condenadas por los recortes y el paro a la exclusión social. Como homenaje y reconocimiento, han recibido una carta de la optimista ministra de Trabajo, Fátima Bañez, en la que con gran alegría les comunicaba que se mantenía la subida del 0,25% de las pensiones, pese a que el IPC anda ya por encima del 1,5 %.

Con la perspicacia electoral con la que suelen actuar, Podemos se ha sumado a las marchas. El PSOE también ha "comprendido" su descontento e incluso el ministro Montoro anuncia una rebaja del IRPF para los muy, muy ancianos. Al no precisar la edad, todo hace pensar que beneficiara a los mayores de noventa años que, por demografía, suelen ser mujeres y con misérrimas pensiones de viudedad. Vaya caramelo.

Pero el poder de los pensionistas, que puede incluso cambiar el mapa electoral, llega aún más lejos. Si Ciudadanos continua con su política de castigo al PP, y de levantar el bloqueo a las propuestas del resto de la oposición en el Congreso, la subida del 0,25 puede quedar en papel mojado (ya no tendrán que romper y quemar la insultante misiva de Báñez).

Porque esa es la siguiente cruz que pesa sobre los populares y en concreto sobre Mariano Rajoy. Se comprende que tarde una semana más en decidir el nombre del nuevo responsable de Economía, cuando le acosan los problemas por doquier. A la falta de gobierno en Cataluña, que amenaza con eternizarse, de dar crédito a la última amenaza de la CUP, se suma la inestabilidad parlamentaria y la presión de los barones de su partido, que otean un descalabro electoral. La principal consecuencia de la guerra entre los independentistas es la imposibilidad de aprobar los presupuestos. Y la principal consecuencia de "perder" a Ciudadanos es ver cómo se desmonta toda la legislación aprobada en tiempo de la mayoría absoluta (¡Qué nostalgia deben sentir!).

La primera en caer va a ser la llamada "Ley Mordaza", al amparo de la cual se están cometiendo desmanes y torpezas contra la libertad de expresión con amplia repercusión internacional. Y fueron precisamente los pensionistas los que el otro día, en su manifestación en Madrid, comenzaron a derribar uno de sus símbolos: la imposibilidad de acercarse con reclamaciones a la puerta de los leones del Congreso. Lo que no habían conseguido otros colectivos -que sus voces llegaran a sus señorías- lo lograron ellos de forma pacífica y solamente armados con la carta de Báñez. Hartos ya de estar hartos.