Realme 6 marca la apuesta de Realme por emanciparse de Oppo y asaltar la gama media

Realme 6.
Realme 6. - EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 6 abril 2020 17:56

   MADRID, 4 Abr. (EDIZIONES/Portaltic) -

   La marca de 'smartphones' Realme es reciente en España, pero en apenas seis meses desde su llegada ya cuenta con una segunda serie de dispositivos, Realme 6, un móvil que apunta a abrirse un hueco en la gama media en este país a base de especificaciones potentes para su rango de precio.

   Realme asegura que su nuevo Realme 6 constituye un sucesor de su anterior gama media en España, Realme 5 Pro, y en Portaltic hemos podido probar este dispositivo en su versión blanca y en su configuración interna más potente: 8GB de RAM y 128GB de capacidad, muy recomendable por su precio de lanzamiento de 279 euros.

   El primero de los pasos que está adoptando Realme, tanto en España como a nivel internacional, es terminar de emanciparse del resto de marcas de su matriz, la china BBK Electronics, en especial de Oppo, marca de la que se escindió en 2018.

   Este esfuerzo puede comprobarse sobre todo en la nueva interfaz de personalización del sistema operativo Realme UI, que se estrena en esta gama de dispositivos -integrada también por las gama de entrada Realme 6i y C3- y que sustituye a la anterior, ColorOS de Oppo.

REALME UI Y LOS 90HZ

Realme UI está basado en Android 10 y proporciona una experiencia muy similar a Android puro en apariencia. En las pruebas con la versión 1.0 nos ha resultado fluido y funcional.

   La capa de sistema de Realme ha sido personalizada también con algunas funciones para videojuegos, con una aplicación 'Espacio de juegos', que incluye características básicas como modo no molestar, modos de energía y datos de batería, entre otros.

   La interfaz Realme UI gestiona de forma inteligente la que es una de las funciones más atractivas de este 'smartphone': la pantalla con tasa de refresco de 90 hercios (Hz), más fluida que los 60Hz habituales.

    Esta opción, útil especialmente para videojuegos, se activa de forma automática sólo cuando es necesario para así ahorrar energía, aunque también puede configurarse manualmente.

   Para jugar a videojuegos como PUBG, con el que lo hemos probado, la pantalla de 90Hz, junto con el Espacio de juego de Realme UI y el competente procesador MediaTek Helio G90T suponen una combinación muy recomendable para quien quiera un móvil que sirva para 'gaming' por un precio de gama media.

   El sistema operativo solamente ha generado problemas en nuestras pruebas en el control automático del brillo de la pantalla, donde tuvimos que optar por el control manual debido a la poca efectividad del sensor de luminosidad y del control automático del sistema.

Tampoco hemos podido probar la función Sloop, que permite crear vídeos cortos de forma automática a partir de la galería y que llegará a través de actualizaciones después del lanzamiento este 6 de abril.

   Asimismo, Realme abandona la carga rápida de Oppo, SuperVooc, que se encontraba presente en sus primeros móviles en España, para apostar en su lugar por una tecnología de carga rápida propia de 30W en su gama media, que es capaz de cargar sus 4.300 mAh de capacidad en 57 minutos y que mejora a sus rivales en el mercado de gama media, generalmente con carga de 18W.

DISEÑO: BUSCANDO UNA 'FIRMA REALME'

   El diseño de Realme 6 evidencia los esfuerzos de la marca china por encontrar un sello propio que identifique sus dispositivos. Resulta continuista en cuanto a las formas, similar a modelos anteriores como Realme 5 Pro o la gama alta X2, y que con su diseño blanco 'comet white' inspirado en un cometa nos ha convencido.

   Así, Realme 6 apuesta por las formas redondeadas, tanto en los bordes de la pantalla, donde se vuelven un poco excesivas, como en las esquinas del teléfono, más adecuadas y agradables al sujetar el dispositivo.

   Reduce los botones a solamente los de volumen, de pequeño tamaño, un buen detalle, aunque añade también un lector de huella en el lateral que funciona también como botón de inicio y que, aunque rápido (0,29 segundos) y más o menos preciso en el desbloqueo, nos ha resultado algo incómodo, acostumbrados ya a los lectores traseros y los sensores en pantalla.

   La parte trasera del teléfono también usa cristal curvado para disimular, sin mucho éxito, el perfil ancho del dispositivo, un tanto grueso (9,6 milímetros) y pesado (191 gramos). A pesar de ello, como viene siendo habitual, el módulo de la cámara sobresale y produce el incómodo 'efecto escalón' para quienes lo usen sin funda.

   Realme 6 mantiene un marco inferior de pantalla o barbilla, a pesar del uso de una cámara delantera perforada en pantalla en la parte superior izquierda y de tamaño considerable también. Hay que destacar de esta cámara frontal, en primer lugar, su impecable y rápido funcionamiento del reconocimiento facial.

CÁMARA CUÁDRUPLE DE 64MP

   En tiempos en los que ya existen los móviles con cámaras de 108MP (Xiaomi Mi 10, Samsung Galaxy S20...), Realme 6 podría parecer quedarse atrás en cuanto a resolución con su cámara trasera cuádruple, con lente principal Sony de 64MP; pero no es así.

   La marca china no se molesta en buscar las cifras más altas de zoom, pero con el modo de 64MP es posible hacer zoom para ampliar imágenes y percibir detalles imposibles de ver a simple vista, como las matrículas de coches aparcados a decenas de metros de distancia.

No hemos echado en falta más píxeles y, además, su configuración se asemeja notablemente a la del gama alta Realme X2 Pro, también con cámara cuádruple de 64MP.

   Dada la situación actual de confinamiento no hemos podido probar la cámara en exteriores, y en interiores ofrece unos resultados discretos en estancias poco iluminadas y ofrece un modo noche más que correcto, salvo por el hecho de que sobreilumina los cielos -aunque ni mucho menos es lo más extremo que hemos visto en este aspecto-.

   La cámara ofrece funciones típicas como detección automática de escenas -se nota su efecto pero, por ejemplo, se pasa con el verde en la plantas- y modo retrato -potenciado por su lente de retrato blanco y negro de 2MP-, que apuesta todo al efecto 'bokeh' pero suaviza demasiado los rasgos faciales, con un foco impreciso por momentos.

   Su cámara cuádruple se suma a la moda de las lentes macro y añade una cámara macro que capta detalles a solo a 4 centímetros de distancia, pero con la que en las pruebas hemos tenido resultados muy discretos.

   No obstante, la experiencia general de cámara nos ha parecido satisfactoria para un móvil de menos de 300 euros, ofreciendo lo necesario para el usuario medio gracias a su funcional ultra gran angular de 119 grados y 8MP y, sobre todo, a la lente principal de 64MP.

   En conclusión se trata de un terminal que busca sentar precedente marcando la emancipación definitiva de Realme de Oppo y que aspira a tomar por asalto la gama media española, frente a series populares como Redmi Note de Xiaomi, Galaxy A de Samsung o los Huawei P Lite.

   Y no le faltan para esto argumentos técnicos, entre los que destacan su pantalla de 90Hz, su potencia interna en la versión 8+128GB y su cámara principal de 64MP, todo ello a un precio ajustado como para plantar batalla.