Estas prácticas ayudan a garantizar el uso responsable de videojuegos en menores

Niño con una tablet
Niño con una tablet - PIXABAY - Archivo
Actualizado: martes, 8 enero 2019 9:20

   MADRID, 6 Ene. (EDIZIONES/Portaltic) -

    Los Reyes Magos han llegado a muchos hogares y los videojuegos han sido algunos de los regalos que más han aparecido debajo del árbol. Por ello, la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) ha elaborado una lista con diez recomendaciones a tener en cuenta por padres y educadores con el objetivo de ayudar a utilizar los videojuegos de la forma más adecuada.

   La primera de las recomendaciones de AEVI es jugar con los hijos a los videojuegos, animándoles a mejorar sus habilidades y felicitándoles por sus progresos, como recoge la asociación en un comunicado.

AEVI recomienda una mayor cercanía en general con los videojuegos, para lo que aconseja organizar sesiones de juego en familia, conocer a los amigos virtuales de los hijos y hacerle distinguir a sus hijos entre realidad y ficción.

Al haber una mayor comunicación, es posible enseñar a los menores a elegir las invitaciones de videojuego adecuadas y, sobre todo, advertir acerca de la cesión de datos personales.

Para los padres es importante utilizar la guía de clasificación por edades PEGI (Pan European Game Information) para elegir los videojuegos que se adapten a la edad del menor. Además, este código, elaborado por la Federación europea de videojuegos ISFE, establece la edad mínima aconsejable para cada juego.

Se recomienda que los padres aprovechen las ventajas de los videojuegos para potenciar las habilidades cognitivas de los hijos. Según AEVI, estos juegos pueden enseñar a los niños a planificar y gestionar tareas y afianzar sus funciones ejecutivas.

Las buenas prácticas en videojuegos pasan también por el control, primero de las compras, que deben realizarse en tiendas oficiales y descargarse de plataformas y portales online autorizados.

AEVI recomienda a los padres también utilizar el control parental. Esta función permite limitar o dirigir la descarga de contenidos de pago, supervisar los registros de actividad y eliminar juegos que los padres consideren inadecuados.

Los aspectos de control pasan también por pactar con los menores los tiempos de uso, en horario nocturno activar los filtros adecuados de iluminación de las pantallas, corregir posturas inadecuadas y controlar que no fuercen la vista.

La organización es otro aspecto importante, y es necesario hacerle entender a los hijos que no se podrá jugar hasta que no hayan acabado las tareas escolares y demás obligaciones.