Biotecnología, herramienta para producir alimentos "sostenibles y asequibles" aumentando la producción, según expertos

Actualizado: martes, 20 mayo 2008 21:05

Un economista de la San Pablo CEU alerta de que las ONG ecologistas contrarias a los OGM aportan información "deformada" al consumidor MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

La biotecnología puede convertirse en una de las soluciones al incremento de los precios de los alimentos y productos básicos en todo el mundo y sobre todo a la escasez de éstos, --la demanda está muy por encima de la oferta--, según se desprende de las conclusiones de una jornada de trabajo sobre este asunto que esta mañana celebró en Madrid Fundación ANTAMA, la Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación.

"La agricultura debe recuperar, a través de los nuevos avances tecnológicos, los niveles de rentabilidad que nunca debía haber perdido", explicaron algunos de los asistentes a este encuentro; entre ellos representantes de asociaciones de consumidores y amas de casa, técnicos y expertos en alimentación o pequeños agricultores.

Y es que, el incremento de los precios de las materias primas registrados durante los últimos años a nivel tanto nacional como internacional "ha abierto una vez más el debate sobre los nuevos retos a los que se enfrenta la agricultura en el siglo XXI a la hora de producir alimentos sanos, seguros, a precios asequibles y obtenidos mediante una agricultura sostenible con el medio ambiente", señaló el autor de un Informe sobre este asunto de la Universidad San Pablo CEU, el economistas Gonzalo Sanz-Magallón.

Según explicó este experto, esta subida en la demanda de productos básicos de alimentación como maíz, arroz, soja, etc, "ha desencadenado una progresiva reducción de los 'stocks' alimentarios en todo el mundo desde el año 2000". "A día de hoy, el precio de numerosos alimentos básicos han alcanzado niveles históricos al venderse un 60% más caros que hace dos años", aseveró.

Según este informe, los principales factores que explican este comportamiento del mercado mundial agrario son, entre otros, la moderación en el ritmo de crecimiento de la productividad agraria, la reducción continuada de la cantidad de tierras dedicadas a usos agrario, el incremento poblacional a nivel mundial --y por tanto de la demanda alimenticia-- o el aumento productivo de biocombustibles en el continente norteamericano para lo que se usan productos como el maíz --especialmente en EEUU, principal exportador de este cereal--.

Por productos, el mayor incremento se ha producido en los últimos años en la leche (27,8%), mantequilla y margarina (19,3%), pasta alimenticia (18,1%) y arroz (15,1%). Otros productos que se han encarecido por encima del 10% son las legumbres y hortalizas secas, los huevos, quesos, pan, las frutas frescas, las harinas y cereales, y otros productos lácteos.

TRABAJO CONJUNTO.

Tras analizar esta situación en la mesa redonda organizada por ANTAMA los asistentes coincidieron en la idea de considerar "necesario" el trabajo conjunto por parte de los consumidores, los agricultores, la industria y la Administración "para mejorar la situación actual en la que nos encontramos".

"Es de vital importancia trabajar en la comunicación social sobre las variedades modificadas genéticamente (OGM) para que el consumidor sepa qué son exactamente y conozca los análisis científicos a los que se someten para ser aprobados y consumidos", señaló en este sentido la presidenta de la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (AACCU), Ascensión Cerezo. "Un consumidor informado puede asumir cualquier avance tecnológico; y la información es la única defensa que tenemos", aseveró.

En palabras de Sanz-Magallón, "la modificación genética aplicada a la agricultura hace productos más sanos reduciendo notablemente la aplicación de pesticidas que perjudican directamente el medio ambiente".

A su juicio, la biotecnología "debe ser una herramienta con la que contar para normalizar los mercados y garantizar productos más sostenibles y asequibles", pero pese a ello la UE "sigue siendo reacia a liberalizar la entrada de OGM en sus fronteras, pensando que podemos permitirnos el lujo de prescindir de ellos". "El consenso es general: los OGM permiten producir más y mejor para los consumidores", insistió.

Esta política de "medias tintas" de las autoridades europeas--en la que unos OGM se permiten y otros no, sin saber muy bien las razones--, es "perjudicial", señaló este experto, que apostó por la investigación en este área, ya que el volumen de conocimiento en este sentido "no es aún muy elevado".

Las asociaciones ecologistas son otra de las fuerzas que luchan contra los OGM, una postura que Sanz-Magallón consideró "poco técnica" y más bien "idealista" o "idealizada", porque todos los estudios hechos hasta ahora "demuestran que los OGM aportan soluciones para una agricultura más sostenible". Así, y debido a estos grupos y ONG, la información al consumidor llega "muy deformada" y éstos gozan de "muy mala prensa".