Doscientos universitarios simulan una sesión del Congreso con llamadas al orden y el Rey Juan Carlos en la sala contigua

Estudiantes participantes en la simulación del Congreso de los Diputados
Celia Castillo/ SICODI
Actualizado: jueves, 31 enero 2019 11:35

Los jóvenes deben defender opciones opuestas a su ideología: un hijo de Álvarez-Cascos al PSOE, y un joven de Ciudadanos, a Bildu

MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

La tercera edición de la simulación del Congreso de los Diputados ha comenzado este martes en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid con la participación de 200 universitarios procedentes de toda España y una agitada sesión constitutiva en la que se han realizado casi un centenar de llamadas al orden.

Como curiosidad, aunque no ha participado en este acto, el rey Juan Carlos se encontraba en la sala de al lado presidiendo la presentación del libro 'Las cumbres iberoamericanas. Una contribución a su historia', de Enrique V. Iglesias, director de la Cátedra de América.

Organizada por la asociación SICODI (acrónimo de Simulación del Congreso de los Diputados), la recreación de la Cámara Baja se celebrará durante cuatro jornadas que incluyen una sesión de investidura, varias comisiones parlamentarias y una moción de censura. Esta réplica del Congreso respeta la actual representación del hemiciclo de la carrera de San Jerónimo, aunque todos los partidos cambian su nombre.

Así, el Partido Popular ha sido rebautizado como 'Partido Conservador', el PSOE como 'Partido Socialdemócrata', Podemos es 'Hablemos' y Ciudadanos pasa a denominarse 'Nuevo Centro'. La gran particularidad de esta simulación es que ningún 'diputado' defiende realmente sus convicciones políticas: todos representan a una formación opuesta a su perfil ideológico.

Como explica Belén Montes, una de las organizadoras, los participantes proceden de clubes de debate de diferentes universidades españolas, y para inscribirse deben realizar un "test político" que define su orientación ideológica. "Lo divertido es que les asignamos un partido contrario a sus preferencias", desvela a Europa Press esta estudiante de 23 años.

"PROMETO POR EL RAYO VALLECANO"

Como todos los diputados hacen un papel, la sesión constitutiva ha estado repleta de sobreactuaciones. Durante los juramentos o promesas de sus jóvenes señorías, la presidenta de la cámara ha repartido sin parar llamadas al orden. Casi un centenar.

"Juro por una España grande, unida y libre", ha proclamado un diputado del Partido Conservador, mientras los del Partit Republicá (el trasunto de Esquerra Republicana de Catalunya) han defendido con vehemencia, casi hasta la caricatura, el 'Procés' independentista. "Prometo por imperativo legal de la Constitución hasta derogarla y proclamar la república catalana", ha gritado uno de sus diputados.

"Hemos traído un arsenal para infestar esto de amarillo", advertía el portavoz del Partit Republicá, Francisco Javier González Ripoll, antes de la sesión portando un lazo amarillo en la solapa de la americana. Todo atrezo, porque el joven de 20 años, estudiante de Derecho, es madrileño y nada independentista, aunque se gusta en el papel de Joan Tardà y Gabriel Rufián. "Es un partido divertido porque está en un parlamento en el que no quiere estar. La escenificación que vamos a hacer es un poco la que hacen ellos", apunta sin descartar la aparición de una impresora en el Pleno.

A pesar de las advertencias de la presidenta de la Cámara, muchos de los diputados no han guardado las formas. "Prometo por el Rayo Vallecano", ha llegado de decir un parlamentario de la bancada izquierdista.

Luego ha llegado el primer debate de la jornada. Muchos jóvenes, emulando a los diputados 'sénior' del Congreso, han abandonado la sala cuando han comenzado las intervenciones. Antes, la sesión ha tenido un breve paréntesis para informar de una cuestión importante: el precio de las entradas a la fiesta que pondrá el broche a las jornadas, con "barra libre de vino y cerveza".

ARENGA DE GABILONDO

La inauguración de la simulación del Congreso, celebrada en el Aula Magna de la Universidad Pontificia de Comillas, ha contado con la presencia de políticos profesionales como el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid y exministro de Educación, Ángel Gabilondo, que ha arengado a los representantes del Partido Socialdemócrata, la réplica socialista en estas jornadas, antes de la sesión constitutiva.

"Hace falta generosidad para ponerse en el papel del otro, para muchos de vosotros no debe ser lo más cómodo y lo más fácil del mundo, y os felicito por eso", ha dicho Gabilondo, consciente de que todos los jóvenes a los que se dirigía no eran del PSOE, sino todo lo contrario.

Entre ellos estaba uno de los hijos del Francisco Álvarez Cascos, que fue secretario general del Partido Popular y mano derecha de José María Aznar. Los chavales le han prometido defender la ideología del PSOE. "Pues ya me diréis cuál es", ha bromeado el exministro provocando las carcajadas de los estudiantes encabezados por Álvaro Paniagua, el 'alter ego' de Pedro Sánchez en esta iniciativa.

Paniagua, de 20 años y estudiante de Derecho, aspira a convertirse esta tarde en presidente del Gobierno con un pacto similar al que llevó a Sánchez a La Moncloa. "Ahora mismo dependemos de que se cumpla algún acuerdo que hemos alcanzado con los nacionalistas, aunque están dudando. Tenemos de momento 101 diputados que votarán a favor y 99 en contra", explica en las horas previas a una sesión de investidura donde prometerá reconocer las naciones del Estado y defender a colectivos como los taxistas.

Reivindicaciones que defiende con cierta impostura. "Yo personalmente me identificaría como liberal", afirma. En su caso, la distancia entre sus convicciones y su papel en la simulación del Congreso no es tan lejana como la de otros portavoces parlamentarios. Por ejemplo, la del alicantino Fernando Arrieras, de 27 años y estudiante de Económicas. En la vida real, milita en Ciudadanos. En la simulación, es el portavoz de la izquierda 'abertzale'. Un 'papelón' que, sin embargo, asume con agrado.

"Me ha supuesto una dificultad añadida estas reivindicaciones tan vascas, pero creo que es un papel interesante, me ha ayudado a conocer un partido que está en las antípodas de mi ideología y de mis postulados", argumenta el joven, que ha aprendido algunas palabras en euskera para pronunciar en sus intervenciones. Cuando se le pregunta si teme padecer algún tipo de 'síndrome de Estocolmo' y acabar reclamando la independencia de Euskal Herria, se espanta. "Rezo para que no", apostilla poniendo cara de susto.