SAN ROQUE (CÁDIZ), 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La empresa Cepsa, propietaria de la refinería de San Roque (Cádiz) en la que según la asociación Verdemar-Ecologistas en Acción se había producido hoy una nueva fuga de azufre, desmintió categóricamente que el incidente "tenga nada que ver con el azufre", motivo por el que tranquilizó a los vecinos y exigió a la coordinadora del Área de Contaminación Atmosférica de la organización, Raquel Ñeco, que "no hable de las cosas que desconoce".
Fuentes de Cepsa criticaron a Europa Press que la ecologista "intente alarmar a los vecinos sin que exista ninguna necesidad" y lamentó que "se atreva a hablar y hacer acusaciones que no son ciertas". "Puede ver el humo pero no puede saber que es lo que está pasando dentro", manifestaron.
Así, desde la empresa explicaron que, en torno a las 8.15 horas de hoy, ha caído un rayo sobre un pararrayos formado por un cable de aluminio que recorre, de poste a poste, cables de alta tensión para protegerlos. "Fruto del impacto del rayo sobre el soporte, este ha cedido y ha tocado uno de las líneas de tensión, lo que ha provocado un guiño eléctrico que ha obligado a reiniciar algunas de las unidades de la refinería", relataron.
Como consecuencia de ello, la empresa se ha visto obligada a quemar controladamente algunos gases y líquidos que se encontraban en las tuberías "para evitar que se propagaran directamente a la atmósfera, en lo que viene siendo una medida habitual de seguridad en el seno de la propia refinería".
En este sentido, Cepsa reconoce que los niveles de antorcha fruto de esta quema de gases han sido "un poco más altos de lo habitual", si bien dejó claro que "en ningún momento estos han sobrepasado los límites permitidos y mucho menos se ha producido ninguna fuga de azufre". Además, explicó que "escasos minutos" después del incidente, los necesarios para poner en marcha la maquinaria que se detuvo, ha regresado la "total normalidad" a la planta.
De igual modo, indicó que el protocolo de actuación que ha desarrollado la empresa ha sido el correcto y el que se desarrolla siempre que se produce alguna emisión de humo no habitual, que es la de "realizar una llamada al 112 para que todos los vecinos puedan conocer en todo momento qué es lo que sucede, y otra a la Consejería de Medio Ambiente para informarles de lo ocurrido, a pesar de que no se han superado los niveles permitidos y de que no ha habido ningún estado de alarma", recalcó.
