Los Defensores del Pueblo niegan en Toledo que la inmigración haya provocado un incremento de la delincuencia en España

Actualizado: viernes, 3 febrero 2006 19:31

TOLEDO, 3 Feb. (EUROPA PRESS)

Los Defensores del Pueblo recomendaron hoy a los medios de comunicación más cautela a la hora de tratar uno de los mitos que existen en torno a la inmigración en España, que es identificar inmigración con delincuencia, porque no es cierto que la inmigración haya provocado un incremento sensible o notable sobre los índices de delincuencia en el país.

Esta es una de las recomendaciones recogidas en el primer número de la revista "Derechos Ciudadanos", que los representantes de la ciudadanía de las distintas comunidades autónomas presentaron hoy en Toledo, y que contó con la presencia del Defensor del Pueblo español, Enrique Múgica.

El Sindic de Greuges de la Comunitat Valenciana, Bernardo del Rosal, explicó que según un estudio del Centro de Investigaciones Científicas el 58 por ciento de los españoles creen que la inmigración trae más delincuencia.

Según Del Rosal, está convicción no puede estar basada en una vivencia personal, sino en interpretaciones que los ciudadanos hacen de la realidad, en base a las informaciones que se canalizan a través de la televisión, o medios de comunicación.

"No se puede mezclar los datos de las detenciones, ni meter en la misma bolsa a los detenidos como consecuencia de la aplicación de la legislación en materia de extranjería y a los detenidos por hechos delictivos", recomendó.

Del Rosal, que matizó que el índice de delincuencia de la inmigración legalizada es algo más de un tercio de la población autóctona, en las informaciones de sucesos se suele atribuir el delito a la nacionalidad --esto es un colombiano, un senegales, un marroquí-- y no a la persona, con nombres y apellidos.

Así defendió que aunque la realidad es que hay inmigrantes que sí cometen delitos, al igual que castellano-manchegos o valencianos, y puntualizó que el hecho de que haya bandas peligrosas que cometen delitos, no es fruto de la inmigración sino de la desintegración de los países de Unión Soviética.