El director de cambio climático de WWF considera que la lucha climática solo será posible con apoyo ciudadano

La concienciación, clave en la lucha contra el cambio climático
MITECO
Publicado: jueves, 17 enero 2019 17:27

   MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El director internacional de cambio climático de WWF, Manuel Pulgar-Vidal, exministro de Medio Ambiente de Perú y hombre clave en las negociaciones que condujeron al Acuerdo del Clima de París, ha advertido de que la lucha contra el cambio climático solo será posible si los ciudadanos son "capaces de asumir y apoyar" la acción y ha vinculado este problema a los objetivos de la Agenda 2030 para frenar la pobreza y favorecer la equidad social.

   El exministro peruano ha expuesto la relación entre clima y lucha contra el hambre, la pobreza, la desigualdad y el desarrollo sostenible en una entrevista con Europa Press con motivo de su presencia en Madrid para participar en el evento de alto nivel sobre Transición Ecológica organizado por el Gobierno de España Ecológica para impulsar la ambición climática.

   Pulgar-Vidal ha advertido de que no se puede alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 sin ser capaces de afrontar las consecuencias del cambio climático y ha añadido que esto debe hacerse en base al concepto de la transición justa que pasa por "planificar las consecuencias" positivas y negativas de la transformación que se busca.

   Así, considera necesario planificar las consecuencias negativas de lograr una economía descarbonizada sin combustibles fósiles, sin dejar de pensar que hay "mucha gente involucrada", tanto en su extracción como en su uso para distintos fines. "Todavía somos muy dependientes de los objetos de que usan estas fuentes de energía y a su vez hay otras regiones que son altamente dependientes de la extracción de estos recursos", ha comentado.

   Por tanto, el actual director de cambio climático de WWF insiste en la necesidad de buscar fuentes de empleo alternativas a las personas que dependen de los combustibles fósiles. "Hay que lograr que los salarios de estas personas no se vean perjudicados y, al mismo tiempo, transitar hacia energías limpias", ha manifestado.

   Al respecto de la transición justa, ha puesto de ejemplo la "lección" dada por la crisis de los chalecos amarillos en Francia que se originó por el incremento de precios de los combustibles en el marco de las decisiones climáticas del Gobierno de Francia, y que generó un encarecimiento que la población "no estuvo dispuesta a soportar".

   "Una acción climática que es definitivamente deseada tiene que considerar ese tipo de respuestas", ha subrayado el exministro peruano que opina así que no se puede perder el apoyo ciudadano porque la acción climática "es posible solo si los ciudadanos son capaces de asumir y apoyar ese tipo de acción".

   Pulgar-Vidal ha explicado asimismo las reticencias al cambio por parte de distintos países, sobre todo por los más dependientes de los combustibles fósiles, que requieren que el cambio sea más gradual, o bien, de los países productores, que no desean que su economía quede afectada de forma rápida.

   Si bien, ha advertido de que a pesar de la dependencia económica de actividades no sostenibles como el carbón o el petróleo, "no cambiar a tiempo puede generar mayores perjuicios económicos". Por otro lado, se ha referido también a la competencia entre países por no perder competitividad por lo que celebra la existencia de coaliciones, como la Unión Europea que proporcionan una "visión colectiva hacia la acción" al anunciar su compromiso de alcanzar una economía neutra en emisiones en 2050.

   Otro de los pilares de la acción para el negociador climático es el sector privado, los mercados y los inversores a los que pide que se fijen metas sectoriales basadas en la ciencia para poder cambiar la conducta de un país. Si bien, ha celebrado la "gran acción climática" del sector de la energía, lamenta por el contrario el retraso y la falta de avances de lo relativo a la eficiencia energética, que "representa el 32 por ciento de la solución y que "no avanza tan rápido" como las energías limpias.

   Sin embargo, uno de los retos en los que cree que hay que "acelerar el paso" para evitar que la temperatura global del planeta aumente más de 1,5 grados centígrados es la agricultura, el cambio del uso del suelo, junto con la dieta alimenticia y los bosques. "Esto está muy vinculado al comportamiento ciudadano individual porque la dieta que cada uno consume puede tener un impacto positivo o negativo", comenta.

   Así, ha citado algunos problemas del uso sostenible o no del suelo, como el tipo de producción que provocan una pérdida de la capacidad orgánica y que pueden convertirlo en fuente de emisiones o campos de cultivo cuyo que se convierta en fuente de emisiones, o campos de cultivo cuyo origen se debe a la deforestación de los bosques.

URGE CAMBIAR LA DIETA

   Otro gran problema, a su juicio, es la dieta animal y especialmente el consumo abusivo de carne de producción intensiva que provoca pérdida de agua, de capacidad orgánica del suelo y es una fuente de emisiones contaminantes.

   Por ello, desafía a los ciudadanos a reducir la dependencia de la carne animal en la dieta y plantea la necesidad de promover una dieta diversa, rica en fuentes vegetales más que en animales que permita un manejo adecuado de la tierra, que sea una dieta de productos locales y regionales para evitar las emisiones derivadas de un transporte intercontinental de productos por "meras preferencias de gusto".

   "Si somos altamente dependientes de una dieta basada en carne animal, entonces sabemos las consecuencias que vamos a generar porque estamos hablando de mercados muy intensivos", reflexiona.

   Una iniciativa que vería "altamente positiva" es la declaración de la huella ecológica de cada producto porque podría contribuir, en su opinión, a mejorar la conducta de los consumidores, quienes podrían identificar sus preferencias en relación con la acción climática.

MIX ENERGÉTICO EN ESPAÑA

   Por otro lado, sobre el mix energético ideal cree que en España, como cada país, debe responder a su realidad sobre los porcentajes de acceso a la energía, su nivel de dependencia de una u otra fuente o su capacidad para transitar hacia una economía descarbonizada en 2050.

   En concreto, ha recordado que la mayor fuente de emisiones contaminantes en España es el transporte, que representa en torno al 25 por ciento y su receta, en este caso, es fomentar la electrificación del transporte algo que considera que "no se está desarrollando aún de la manera necesaria".

   En segundo lugar, opina que España debe modificar su generación eléctrica, que es la segunda fuente de emisiones de CO2 y, en tercer lugar, debería favorecer las ciudades sostenibles y la eficiencia energética.

   En cuanto al mix energético, ha explicado que las principales resistencias ante la energía nuclear "que no tiene que ver con lo climático" se deben a sus condiciones de seguridad. Si bien, asegura que de lo que se trata es de "buscar una reducción real de emisiones", es decir intervenir en aquellas fuentes de emisiones y "no buscar otras alternativas" que desvíen del objetivo. "Hay que concentrarse en reducir realmente las emisiones", ha apostillado.

   Finalmente, el exministro de medio ambiente de Perú ha calificado de "interesante" el caso del presidente estadounidense, Donald Trump, quien anunció su salida del Acuerdo de París sabiendo que no podrá solicitarlo hasta 2019 y, mientras tanto, en las negociaciones internacionales Estados Unidos "no ha mostrado obstrucciones" en el proceso sino que, al contrario, ha mostrado colaboración para permitir avances.

   "Espero y confío en que Trump no se vaya (del Acuerdo de París). Creo que perjudicaría a sus propios ciudadanos pero si se materializase, estoy seguro que más pronto que tarde, Estados Unidos volvería a la negociación climática. Nadie sabe qué puede ocurrir", ha concluido.