HUELVA, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La organización Ecologistas en Acción advirtió hoy de que en la arena de la playa de Matalascañas, en el término municipal de Almonte (Huelva), los niveles de zinc, plomo y titanio se encuentran entre siete y doce veces por encima que en el resto del litoral andaluz.
En declaraciones a Europa Press, el representante de Ecologistas en Acción Juan Cuesta explicó que durante la puesta en marcha de la campaña 'Banderas Negras', realizada por todo el litoral andaluz, se tomaron muestras en la arena de la playa de Matalascañas, ya que en el mes de mayo "estaba totalmente cubierta por una gran mancha negra que desde lejos daba la impresión de ser chapapote".
En cuanto a los niveles de metales pesados encontrados, Cuesta aclaró que los de titanio "no son de origen natural, sino que provienen de vertidos o de la limpieza de barcos en pleno alta mar y han ido a parar a la arena de la playa".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Propietarios de Matalascañas, Juan Gómez, señaló que "las aguas están limpias", pero que en la arena "hay presencia de metales pesados porque el temporal viene de los acantilados, que cuentan con una franja inferior de mineral, denominada turba, y que al ser arrastrada por la marea produce esa arena negra que se extiende por toda la playa".
Según explicó Gómez, "el Ayuntamiento apuntó que la presencia de estos minerales no tiene importancia y que no es nocivo para los usuarios de la playa" y defendió que "los propietarios de Matalascañas no tienen medios para comprobar el estado de las aguas", por lo que aplaudió "a los ecologistas por los análisis realizados".
Gómez mostró así su "total apoyo a la petición de Ecologistas de que la Junta actúe" y adelantó que "si la marea sigue arrastrando estos minerales, esa arena negra seguirá presente en toda la línea de playa durante todo el verano".
Por su parte, Ecologistas en Acción solicitó a la Junta información "para averiguar si la presencia de estos metales pesados en la orilla es nociva y, si fuera así, actúe en consecuencia", aunque reconoció que "la legislación en cuanto a los niveles de metales pesados no está clara" y dejó claro que no se conoce con seguridad "si la situación es preocupante o no".
