Las especies exóticas invasoras o los pesticidas agravan los efectos del cambio climático en los lagartos de Tenerife

Ejemplares de lagarto Tizón, Gallotia galloti, de una localidad del sur de la isla de Tenerife.
Ejemplares de lagarto Tizón, Gallotia galloti, de una localidad del sur de la isla de Tenerife. - JAVIER GÓMEZ-AOIZ/ MNCN-CSIC

   MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Las actividades humanas tales como la introducción de especies exóticas o el uso de pesticidas agravan los efectos negativos producidos por el clima en la fisiología del lagarto tizón (Gallotia galloti) de Tenerife, según un estudio en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), en colaboración con investigadores de instituciones de Portugal y Eslovenia.

   Una peor condición física y una elevada concentración de glucocorticoides en las heces y de parásitos en la sangre han sido algunos de los indicadores de estrés en los animales. En el caso del lagarto tizón de Tenerife, especie única de Canarias con un papel clave como dispersora de semillas, los valores de estos parámetros varían entre las poblaciones de distintas localidades.

   "Nuestro objetivo en este estudio ha sido comprobar si esa variación está relacionada con el clima y con las actividades humanas", ha señalado el investigador del MNCN y de la Universidad de Oporto, Rodrigo Megía Palma.

   De acuerdo con el CSIC, se han medido los parámetros en 611 ejemplares adultos de 24 localidades relacionándolos con factores como la temperatura máxima, las oscilaciones anuales de temperatura, el grado de precipitación y el nivel de desarrollo humano de la zona.

   La investigadora del CSIC, Lucía Arregui, ha explicado que los resultados que obtuvieron muestran que los factores analizados influyen de distinta forma en los indicadores de estrés y afectan de manera desigual a machos y hembras.

   Así, ha precisado que, en concreto, en las hembras los niveles de infección por parásito han sido mayores en zona zonas de la isla con temperaturas más elevadas y precipitaciones más escasas.

   "Los resultados sugieren que el factor clave para las hembras es el agua, un recurso que necesitan con abundancia al final de la época reproductiva para producir los huevos o recuperarse tras la puesta. Sin embargo, en los machos hemos encontrado que la presión antrópica explica la variación en la concentración de glucocorticoides en sus heces, situación que podría verse agravada durante los meses más cálidos", ha concluido.