MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace ha solicitado al gobierno ruso una actuación inmediata y un endurecimiento de la política ambiental debido al estado de la playa Khalaktyr en Kamchatka, que está sufriendo las consecuencias de un vertido de origen desconocido que ya ha acabado con la vida de centenares de animales y ha dejado el agua cubierta por una espuma amarillenta.
Algunos expertos, enviados por el Ministerio de Recursos Naturales y Ecología, se han trasladado al lugar de los hechos para examinar lo ocurrido. En el análisis realizado se ha encontrado un exceso de productos derivados del petróleo, cuatro veces por encima de los límites, y también 2,5 veces más de fenol del permitido, así como otras sustancias.
La organización ecologista señala que aún no se ha determinado el alcance de la contaminación pero el vertido sigue extendiéndose. Esta playa es considerada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO y es uno de los principales reclamos turísticos de la región
"Es necesario contener y prevenir una mayor contaminación del litoral lo antes posible. Las autoridades deben identificar la fuente de contaminación y tomar las medidas de respuesta necesarias", ha denunciado el director del proyecto climático de Greenpeace en Rusia, Vasily Yablokov, que además ha instado al gobierno a prestar atención a otros accidentes medioambientales que tienen lugares en otras regiones de Rusia y ha reclamado un programa a largo plazo de transformación verde de la economía rusa.
La playa contaminada de Kamchatka ha recibido la visita de personas que se han bañado en sus aguas y han experimentado síntomas que pueden indicar intoxicación por fenol, como visión borrosa, vómitos o fiebre, entre otros.
