Un total de 56 linces han muerto en Doñana desde 2001, un 40% de ellos atropellados, según WWF

Actualizado: sábado, 13 febrero 2010 12:52

SEVILLA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un total de 56 linces ibéricos han muerto en el Espacio Natural de Doñana desde el año 2001, un 40 por ciento, es decir, 23 de ellos, por atropello, mientras que 11 ejemplares fallecieron por leucemia felina, según informó la organización ecologista WWF.

De este modo, los ecologistas resaltaron en declaraciones a Europa Press que los atropellos son la "principal causa de muerte" del felino en peligro crítico de extinción en el Espacio Natural, donde actualmente sobreviven en libertad unos 61 ejemplares, 21 cachorros y 14 hembras territoriales.

Según precisaron, durante el periodo comprendido entre el año 1990 y 1999, se produjeron un total de 15 atropellos en la comarca de Doñana, lo que significa que en la primera década del siglo XXI han aumentado en ocho los ejemplares fallecidos por esta causa.

Los caminos rurales asfaltados entorno a Villamanrique de la Condesa, incluyendo el que une esta población con el Rocío, y la carretera A-483 --con un total de 5 atropellos en el tramo El Rocío-Almonte--, han sido las vías con más casos, lo que demuestra que se encuentran en plena zona de expansión de la especie.

Los ecologistas lamentaron que, a pesar de ser los atropellos la principal causa de muerte del lince ibérico en Doñana, la Junta de Andalucía "no hace nada para evitar el enorme desarrollo incontrolado y sin planificación alguna de una red de caminos agrícolas", muchos de ellos "redundantes e innecesarios", que, además, "se han ido asfaltando y están estrangulando a Doñana y aislando a las especies que habitan en ellas".

Este es el caso del camino que une Villamanrique de la Condesa con El Rocío asfaltado por la Consejería de Agricultura y que está a la espera de la sentencia del Tribunal Europeo, después de que la Comisión Europea remitiera el caso a este órgano judicial.

Por ello, pidieron que se convoque la Mesa de Movilidad Sostenible que se convocó por primera vez en otoño de 2006 con la participación de las Consejerías de Medio Ambiente, Agricultura y Obras Públicas, el Ministerio de Fomento, científicos de la Estación Biológica de Doñana y grupos ecologistas después de la muerte de cinco linces atropellados, con el objetivo de poner en marcha un plan que reduzca la presión del asfalto sobre Doñana y su entorno.

Tal y como destacaron, pese a la aplicación de algunas medidas para minimizar los riesgos para la fauna, el incremento del número de cachorros y el establecimiento de núcleos reproductores en zonas alejadas del interior del Parque Nacional hacen que el riesgo de atropello "vuelva a ser muy alto y que accidentes de este tipo se puedan repetir en el tiempo".