UGT se suma al movimiento que pide a Chile renunciar a la Presidencia de la Cumbre por la "represión" de Piñera

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

UGT se ha sumado al movimiento internacional de Justicia Climática que considera que Chile debería renunciar a la Presidencia de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático, que ha sido trasladada de Santiago a Madrid por la "ola de represión" que vive el país bajo el mando de Sebastián Piñera.

En un manifiesto firmado por unas 50 organizaciones de todo el mundo y al que ahora se incorpora el sindicato español, piden a la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU y al Gobierno de España que ayuden a las organizaciones del Global Sur que han tenido pérdidas financieras como resultado del cambio de sede. En particular, instan "especialmente" a España que no permita que el Gobierno chileno presida la COP25.

Al mismo tiempo, critican las "consecuencias catastróficas para los movimientos de la sociedad civil" de todo el mundo derivadas de la decisión de la ONU y de España de permitir que Chile mantenga la Presidencia cuando el evento se celebrará en Madrid. "Este es solo un ejemplo más del premeditado aislamiento de las bases de los movimientos democráticos del mundo de los espacios de toma de decisiones", lamentan.

Para los firmantes no puede haber "negociaciones climáticas significativas sin la participación de los movimientos de justicia globales y piden, por ello, un cambio para que la COP ponga los intereses de los pueblos sobre el capital.

En su opinión, la crisis político social desplegada en Chile no puede ser separada de la crisis hídrica o de una crisis ecológica más amplia.

Así, consideran que la COP25 ofrecía la oportunidad brindar "nueva luz" sobre la injusticia climática que afecta a Chile, donde denuncian que las políticas "extractivistas" han creado "enormes zonas de sacrificio", así como la "histórica mega sequía" de las últimas décadas provocada por la sobreexplotación de los recursos por la minería y la agricultura industrial y un clima "exponencialmente desestabilizado".

"En respuesta al anuncio de Sebastián Piñera de suspender la COP25 de Chile, nosotros como sociedad civil internacional reafirmamos nuestra solidaridad con el pueblo de Chile, sus demandas contra la austeridad y crecientes inequidades. Asimismo condenamos la violenta represión y violaciones a los derechos humanos ejercidas por parte del gobierno y los militares contra su pueblo", señala el movimiento en un comunicado.

El manifiesto justifica las protestas masivas que han tomado las calles chilenas por la "desastrosa economía neoliberal y las políticas sociales que han profundizado desigualdades e injusticias" y considera que el descontento de los chilenos que se inició por el aumento de la tarifa del transporte público posee "raíces mucho más profundas" y está "muy conectado con la emergencia climática".

Asimismo, denuncia la "ola de violenta represión" desplegada por Piñera que recuerda al "11 de septiembre de 1973", en alusión al golpe de Estado contra Salvador Allende y le acusan de torturar, violar y matar a manifestantes no violentos.

A juicio de los firmantes, la decisión del Gobierno chileno de no organizar en Santiago la COP25 es un "intento desesperado de desviar la atención de la comunidad internacional del profundo entramado de inequidad social e injusticias medioambientales".

"COP25 podrá dejar Chile, pero no nuestra atención. No permitiremos que la reubicación de la COP a España propicie un aún mayor estado de represión. Apoyamos las demandas del pueblo chileno y de sus organizaciones y movimientos sociales, incluyendo el llamado a una asamblea constituyente y para el Gobierno de Piñera el retiro de las tropas militares de las calles, parar la represión y las horrendas violaciones a los derechos humanos", añaden.

En ese contexto, el movimiento reafirma que la justicia climática implica justicia social, económica y ecológica y condena la "violenta represión de defensores medioambientales, los derechos humanos, las violaciones a los derechos indígenas y el aumento de la mano dura sobre los pueblos y movimientos sociales en todo el mundo".