Unos 35.000 fieles presencian en el Vaticano la beatificación de 498 mártires españoles

Actualizado: domingo, 28 octubre 2007 15:22


ROMA, 28 Oct. (OTR/PRESS) -

Más de 35.000 fieles asistieron en el Vaticano a la mayor beatificación de mártires españoles, un total de 498 fallecidos durante la Guerra Civil. En este acto, el Papa Benedicto XVI alabó el ejemplo de estos nuevos beatos, ya que "con sus palabras y gestos de perdón hacia sus perseguidores, impulsan a trabajar incansablemente por la misericordia, la reconciliación y la convivencia pacífica".

El cardenal y prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, José Saraiva Martins, dio inicio en la Plaza de San Pedro del Vaticano a la ceremonia, concelebrada por un total de 71 obispos, más de un millar de sacerdotes y los Superiores Generales de las Órdenes Religiosas a las que pertenecían. Entre los 498 nuevos beatos, se encuentran dos obispos, 24 sacerdotes diocesanos, 462 religiosos, un diácono, un subdiácono, un seminarista y siete laicos. Las imágenes de todos ellos fueron descolgadas en un tapiz en la logia central de la Basílica, momento al que siguió el aplauso de los miles de congregados.

Saraiva realizó un llamamiento durante una breve homilía en castellano, a fieles y políticos presentes, para defender las convicciones "sobre la dignidad de la persona, sobre la vida desde la concepción hasta la muerte natural y sobre la familia fundada en la unión matrimonial entre un hombre y una mujer". En su discurso, el purpurado se refirió de esta forma a temas actuales y polémicos, como "el derecho y deber primario de los padres en lo que se refiere a la educación de los hijos", en referencia a Educación para la Ciudadanía.

En la actualidad, "la verdadera identidad de los cristianos está constantemente amenazada" y deben elegir entre vivir como "mártires" adhiriéndose a su fe o "adaptarse". "Ser cristianos coherentes nos impone no inhibirnos ante el deber de contribuir al bien común", destacó, aludiendo a los mártires ya beatos como ejemplo.

Saraiva se refirió, además, a unas palabras de Juan Pablo II en las que invitaba a conservar el recuerdo, ya que "si se perdiera la memoria de los cristianos que han entregado su vida por confesar la fe, el tiempo presente, con sus proyectos e ideales, perdería una de sus características más valiosas". "Los grandes valores humanos y religiosos dejarían de estar corroborados por un testimonio concreto inscrito en la historia", agregó.

Por su parte, después del acto, el Papa dirigió un mensaje a todos los fieles católicos, como es habitual, y especialmente a los peregrinos españoles, después del rezo del Ángelus. Benedicto XVI destacó de los recientes beatificados que "con sus palabras y gestos de perdón hacia sus perseguidores, impulsan a trabajar incansablemente por la misericordia, la reconciliación y la vida pacífica".

Benedicto XVI pronunció su saludo en español, y se refirió al testimonio de los mártires, que "ilumina" el "camino espiritual hacia la santidad" y "alienta" a los cristianos a dar sus vidas "como ofrenda de amor a Dios". Para el Romano Pontífice, la inscripción de "un número tan grande de mártires demuestra que el supremo testimonio de la sangre no ex una excepción reservada únicamente a algunos individuos, sino una eventualidad realista para todo el pueblo cristiano". No obstante, existe también un "martirio incruento", el llamado "martirio de la vida ordinaria", que, a juicio de Benedicto XVI, "es más importante en la sociedad secularizada".

CEREMONIA HISTÓRICA

Con esta beatificación masiva, el actual Papa reconoció en un sólo día a más mártires españoles que Juan Pablo II en sus 27 años de pontificado, período en el que beatificó a 479 españoles. Por esta razón, más de 35.000 fieles se encontraban en la Plaza de San Pedro, muchos de ellos después de haberse desplazado desde toda España en viajes organizados, según la CEE.

La ceremonia también contó con el apoyo de personalidades políticas, gracias a una delegación presidida por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Junto a él, acudieron a la Plaza representantes autonómicos, municipales y parlamentarios, así como el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, el subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Luis Calvo, y la directora de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, Mercedes Rico.

Según la CEE, a esta ceremonia podrían seguirle otras, puesto que son muchos los casos susceptibles de un futuro reconocimiento y están en marcha los procesos de otros 2.000 casos. Los datos de la Conferencia Episcopal cifran en unas 10.000 personas a las martirizadas durante la Guerra Civil, la gran mayoría sacerdotes y religiosos.