El abogado del dueño de un hotel acusado de abusar de una empleada renuncia a su defensa y se suspende el juicio

Actualizado: lunes, 14 septiembre 2009 17:52

OVIEDO, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

El juicio previsto para hoy en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo en el que el dueño de un hotel de Infiesto se enfrenta a una pena de tres años de prisión acusado de abusar sexualmente de una de sus empleadas se ha suspendido al haber renunciado la defensa del imputado, según informaron fuentes jurídicas a Europa Press.

La vista oral ha sido señalada para el 23 de octubre en el mismo juzgado. Además la fiscal le impone el pago de una indemnización a la víctima de 3.000 euros por los daños causados. Por su parte, la defensa solicita una pena de cárcel de cuatro años.

Los hechos sucedieron el 8 de junio de 2007, sobre las 15.30 horas, cuando el acusado se encontraba en el cuarto de lavandería del hotel con la denunciante que estaba planchando sábanas. En ese momento, la mujer le preguntó si iba a salir a las fiestas del pueblo, contestando el imputado que no tenía edad.

Posteriormente, A. L. R. cogió a la víctima de la mano "de forma violenta" y la colocó sobre sus genitales al tiempo que le decía "qué, te parece que estoy maduro, pero estoy más verde que un adolescente", según el escrito de la fiscal.

La mujer le rechazó y el acusado le dijo que siempre que bajaban a la lavandería "se ponía así" y que un día no iba a poder controlarse, agarrándola bruscamente y colocándola frente a él, le tocó los pechos y los glúteos apretándola "bruscamente" y colocándola frente a él, según el ministerio público.

La víctima se zafó del acusado y se alejó de él, diciéndole que le daba asco percatándose de que se había bajado los pantalones y exhibía sus genitales, al tiempo que le preguntaba "¿De verdad que quieres rechazar esto?".

El acusado se subió los pantalones y se acercó a la mujer agarrándola "fuertemente", según la fiscal, y sentándola encima de una mesa, al tiempo que le sujetaba las manos con una mano y con la otra intentaba subirle el mandilón, bajarle las mallas y levantándole el sujetador le tocó los pechos.

La mujer opuso resistencia y consiguió bajarse de la mesa diciéndole el acusado "no voy a hacerte nada por la fuerza, si no tienes ganas hoy me conformo con que me lo trabajes con la boca", llegando a ofrecerle dinero.

La víctima, según el escrito del ministerio público , consiguió zafarse y huir por las escaleras amenazando con decírselo a su mujer, agarrándola de nuevo el acusado y tirándola por las escaleras al tiempo que le decía que no se lo contara, que no había pasado nada y que era muy fogoso".